SEMANA 1: CUIDA TU PANZA
Olvídate de las comidas procesadas
Frena la digestión, dice la Dra. Bowe, y el estancamiento causa que las bacterias dañinas crezcan, lo que puede ocasionar una condición llamada intestino permeable, que permite que las bacterias inflamatorias entren a la sangre, causando que te hinches por todo el cuerpo. En la piel, esto se manifiesta de muchos modos, desde acné hasta eczema e incluso arrugas.
Come cosas fermentadas
Consumir probióticos (o las bacterias amigables con beneficios) por medio de comidas y bebidas fermentadas, como chucrut, kimchi y kombucha, ayuda a mantener la integridad del revestimiento intestinal. También sirven como antibióticos naturales, que balancean el pH de tu cuerpo y controlan la inflamación, lo que es esencial para una piel sana y brillante, comenta Bowe.
Sé picky con los lácteos
La leche, sobre todo la light, puede inflamar la piel (y causar acné o enrojecimientos) gracias a las proteínas de suero y caseína, explica la doctora, quien recomienda la leche de coco o almendra. Por otra parte, el yogur y varios quesos están fermentados, lo que puede ayudar a cancelar los efectos negativos de los lácteos, afirma.
SEMANA 2: CUIDA TU CUERPO Y TU MENTE
A sudar
El ejercicio puede ayudar a invertir el envejecimiento prematuro, gracias a un aumento de mitocondrias sanas (estructuras dentro de las células que crean energía para que funcionen). Y un buen workout promueve la circulación de la sangre, lo que a largo plazo afecta los vasos sanguíneos de manera positiva, dándote un look más healthy.
No te olvides de tu beauty sleep
Si duermes menos de siete horas, experimentarás una disrupción del ritmo circadiano natural de tu cuerpo, dice la Dra. Bowe. Esto hace que tus hormonas del hambre (la ghrelina y la leptina) se vuelvan locas, haciendo que se te antojen comidas procesadas y carbohidratos refinados, que son las cosas que quieres evitar. También puede elevar los niveles de cortisol, la hormona del estrés, que está relacionada con el desglose de colágeno y envejecimiento prematuro.
¿Sirven los suplementos de probióticos?
Sí, si tomas los correctos. Busca unos con un mínimo de 10 billones de UFC que contengan lactobacilos y bifidobacterias (existen estudios científicos que muestran que el intestino y la piel se beneficiarán de ambos).
SEMANA 3: MEJORA TUS HÁBITOS DE SKINCARE
Lava con delicadeza
“Aléjate de los jabones fuertes, exfoliantes agresivos y esponjas; cualquier cosa que deje tu cutis sintiéndose demasiado limpio”, dice la Dra. Bowe. Comprometen la barrera de tu tez y tienen un impacto negativo en su microbioma, causando condiciones como rosácea y acné. Usa un limpiador suave y limita los scrubs a sólo una o dos veces por semana.
Evita el calor
Los científicos concuer- dan en que el calor intenso (por ejemplo, de hot yoga o un baño caliente) puede destruir los microbiomas sanos. También puede secar la piel, lo que crea el ambiente perfecto para algunas bacterias malas, añade Bowe. Siempre utiliza un hidratante después de lavarte la cara y olvídate de los aparatos y mascarillas calientes si tienes tendencia a la resequedad.
Usa probióticos y prebióticos tópicos
Ambos son muy buenos para la piel, pero tienen funciones diferentes. Los prebióticos mantienen un microbioma sano al “darle de comer”, y los probióticos ayudan a balancear el pH de la superficie (lo que controla las bacterias) y pueden aumentar la producción natural de ceramidas (lípidos que mantienen la humedad), afirma la Dra.
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Por Lauren Balsamo