Amanda Dudamel detectó en ella misma un talento, no solo el de diseñar piezas de ropa, sino el de vender su propio producto. ¡Y decidió explotarlo!
Conoce a Amanda Dudamel, esta modelo y diseñadora que en 2021 se coronó Miss Venezuela y ahora nos comparte su historia como emprendedora de Dudamel, una marca de moda, y en Tributo café. Inspírate y hazlo, emprende ese proyecto con el que has soñado.
Amanda Dudamel y la clave para convertirs en una exitosa emprendedora
¿Qué te llevó a interesarte por la moda?
“Desde que tenía como 13 años modelaba más por hobby que por trabajo. Pero me empecé a interesar en el tema de la moda cuando en un desfile en mi ciudad que se llama Mérida (parecido a México, pero en Venezuela) me impresionó cómo los graduados que tenían apenas 18 o 20 años ya estaban creando piezas tan especiales y tan bien acabadas, ahí me dije que eso me gustaba más el detrás de escena, más que la pasarela, y me empecé a involucrar en este curso. Convencí a mis papás para poderlo hacer.
En mi último año de High School -le decimos nosotros- y en cuestión de tres meses, terminé el primer nivel del curso y lancé mi primer emprendimiento. Yo desde muy pequeña he sido muy curiosa, o sea, yo de chiquita vendí postres, collares, pulseras, el top... pero ese fue mi primer emprendimiento de moda.
Siempre fuiste muy proactiva...
“Sí, y como muy ligada al tema comercial de un producto hecho por mí, los charms los hacía yo, las pulseras las hacía yo, los collares, todo. Ya cuando lancé mi primer emprendimiento en moda, yo cree mi Instagram, vendía todo online, yo misma diseñaba y cortaba los patrones, ya luego una señora que trabaja de la mano conmigo me cosía; ¡en cuestión de un mes y medio me empezaron a pedir a nivel nacional!”
¿Oye, qué edad tenías ahí?
“Tenía 15... Y ya lo tenía claro: esa fue la visión que me permitió decidir que me quería dedicar a la moda, porque yo la veía como algo a lo que podía dedicarme profesionalmente, con mi marca. Yo dije: “Yo puedo vivir de esto”. En este momento empecé a aplicar para ganarme una beca. Mi más grande sueño era estudiar en Barcelona, porque tengo raíces españolas, tengo mucha familia española. Yo quería estudiar diseño allá y empecé a aplicar para una Universidad que daba becas anuales. El primer año hice mi proyecto y todo, pero no quedé para nada”.
¿Qué falló en ese momento?
“Yo realmente no tenía mucha noción del diseño, como carrera. Sí. pero yo me dije: “Bueno, esto es como una señal de Dios”. Creo que algo que me caracteriza es que trato de ver siempre el lado ventajoso de una situación que pueda parecer desventajosa, o sea, negativa. Entonces aproveché y me fui a Canadá a estudiar inglés seis meses y volví a concursar por la beca al año siguiente. Entonces yo tenía más claro cómo se desarrollaba un concepto de una colección, porque me había informado muy bien de manera autodidacta. Gané mi beca y con un proyecto inspirado en mi Venezuela”.
¿Cómo defines tus diseños de moda en Dudamel?
“Lo que yo hago es una fusión de todo lo que yo aprendí en Europa con lo que hoy vivo en mi país. Queriendo apropiarme más que nunca de mi cultura y resaltar lo que somos los venezolanos. Le agradezco inmensamente a la vida porque terminé haciendo mi carrera en Italia (Diseño de Moda en la IED Roma, 2020 ), en la cuna de la moda, aprendiendo realmente cómo nació lo que hoy conocemos como moda europea; fue una gran inspiración para mí ver cómo en Europa se vive la moda y cómo puedo traer aquello yo ahora a Latinoamérica. Dudamel, que es mi marca de moda para hombres y para mujeres; es muy artesanal”.
Ya viene tu primera gran colección...
“La primera colección en forma sale a finales de año, primeros días de diciembre. Se llama Tributo, es un tributo a Venezuela y a la cultura latinoamericana, pero a las culturas primitivas; es como empezar a escarbar desde la raíz, sobre todo acá en mi país, porque siento que me inspiro mucho del trabajo que ha hecho México con sus culturas y artesanías, y yo quiero un poco identificar esa identidad venezolana que también tenemos, nuestro folklore, quiero trabajarlo en la moda y quiero que esa identidad de moda se refuerce cada vez más”.
Y también estás en un segundo proyecto: Tributo café...
“Tengo muy latentes dos proyectos. Por un lado Dudamel y mi proyecto del café se llama también Tributo. Trabajamos con productores locales en la región Aadina, es un homenaje precisamente al trabajo que se hace con la tierra, pero el trabajo que hacen nuestros productores locales, a ellos les compramos las cerezas y el fruto de cafeto; lo lavamos, lo fermentamos, lo secamos con métodos bastante artesanales, algunos que demoran de 15 días a 3 meses. Todo siempre con la misión de que esa experimentación nos dé como resultado un producto que enaltezca la calidad de la tierra venezolana”.
¿Quiénes te acompañan en estos proyectos?
“Bueno, esa es una parte sumamente hermosa, porque si algo hemos logrado construir en ambos proyectos es un equipo que nace de nuestra familia y no solamente familia de sangre, sino realmente personas que nos han acompañado a lo largo de uestra vida. En Dudamel, por ejemplo, la primera profesora que tuve en este curso que te menciono cuando tenía 15 años, hoy trabajamos juntas, ella desde su experiencia en patronaje y confección, yo desde mi parte creativa. Igualmente, en el proyecto del café nos asociamos con un amigo de mi novio, él ha sido nuestro instructor principal en todo el tema del café, yo en ambos también aquí me encargo de la parte más creativa y Daniel, mi novio, es financiero y se encarga de toda la parte de estrategias financieras. Entonces creo que gracias a Dios tenemos piezas claves. Sin duda alguna nos vamos dando cuenta de lo esencial que es ir formando un equipo donde cada quien cubra su rama y cada quien sepa respetar el espacio del otro, pero que las ideas siempre se complementen”.
Y en el caso de Tributo, hubo algún momento, algo que a ti te despertó la idea “sí, me voy a meter a este proyecto”?
“El primer día que probamos tributo para mí fue una experiencia que realmente nunca había vivido, por más de que soy amante del café y gran tomadora de café, porque siendo un café de especialidad, primero tiene un método de preparación sumamente diferente al café tradicional. Además, cada tipo de café que tenemos tiene ciertas notas sensoriales que buscan sabores distintos. Recuerdo probar, nuestro café insignia, se llama Absolut cherry, tiene notas de frambuesas y vino tinto; cuando lo probé terminé por decidirme... Ahora contamos la historia de lo que ha significado el café para nosotros, los momentos que se desenvuelven alrededor del café, claro”.
¿Cómo ha sido emprender en esta área que no dominabas, como la moda, que sí estudiaste?
“Bueno, realmente han sido escenarios diferentes, pero si algo prevalece en ambos proyectos es que al final he terminado apasionada de la materia, es decir, en la moda fue algo más natural, algo más innato. Y en el café yo era una tomadora un poco que desconocía el café, pero que me tuve que instruir muchísimo y educar muchísimo antes de dar el salto, no. Entonces yo creo que es importante poder resaltar que en cualquier emprendimiento siento que hay pasos claves y algunos de esos es que sin duda alguna tiene que ser algo que te apasione, tiene que ser con lo que te identifiques. Pero paso número dos, más allá de la pasión y más allá del corazón y las emociones, tienes que educarte, estudiar y prepararte en el tema porque a partir de la experiencia, aprender mucho para mí fue muy valioso.
Pienso en todas esas mujeres que quieren emprender, que quieren que tienen cualquier proyecto y les da miedo dar el paso, concretar, aventarse, cómo enfrentar esos obstáculos y justamente algo que tú dijiste al principio, como empezar a ver lo positivo frente a las adversidades...
Este es un tema que me fascina porque, como te digo, desde muy pequeña he sido muy curiosa en el tema de emprender. He vivido varias cosas que me han hecho entender que hay muchas maneras de emprender, pero que sí es muy importante tener claro que siempre hay riesgo y que siempre vamos a tener miedo. Es mentira que alguien va a entrar en un proyecto sin sentir temor. Para mí el temor es parte de la responsabilidad que uno tiene al momento de querer dedicarse a un proyecto. Es más. Mientras más temor, siento que más cariño le tienes a lo que estás haciendo. Porque sabes que quieres que te salga bien, pero siempre hay posibilidades de que puedan suceder cosas en el camino. ¿Qué pasa con esas cosas?
A mí me gusta decir que todo tiene algo de lo que se le puede sacar provecho. No todo tiene algo que exprimir en cuanto a experiencia, lo único es que cuando uno emprende uno tiene que apasionarse e instruirse. Lo único que puede sobrepasar al temor es el trabajo y la disciplina, y esto solamente te lo demuestra el tiempo. Ningún proyecto puede ser exitoso en un periodo de tiempo fugaz, muy inmediato, y hoy en día estamos un poco acostumbrados a la inmediatez, a la rapidez. Pero cuando uno está trabajando en algo, tienes que poner en la balanza el tema de la inmediatez con la satisfacción que te da el trabajo que tu propio proyecto te va a ir demostrando. Siento que cada proyecto que creamos es como un hijo, es como darle vida a un ser. Va creciendo y poco a poco se va independizando y mostrando su propia personalidad, pero es solamente al tiempo, esa es la visión que tiene que tener un emprendedor y un empresario ya cuando la empresa está bien constituida porque nadie empieza en el 100. Todos tenemos que empezar desde cero e ir creciendo progresivamente”.
Y otro de tus proyectos finalmente, también fue tu participación en Miss Venezuela y Miss Universo, no. ¿Hay una tú anterior a tu participación en ellos y una tú posterior?
“Sin duda alguna mi forma de ser, de pensar y sentir, pero también en mi forma de emprender. Siento que fue un camino que me hizo fortalecer muchísimo más mi criterio como mujer en todo. Con los sentidos y aplicado a todos los momentos de mi vida y luego porque termina de permitirte conocerte muy internamente y entender cuál es tu misión. Creo que lo más bonito y lo que más rescato siempre de esa plataforma es que a mí me permitió terminar de identificar ese propósito, porque hoy en día demuestro que todo lo que yo decía allí sigue conectado con quien soy yo como mujer dentro o fuera de un concurso, porque fue una etapa que abrí y cerré inmediatamente, que viví con muchísimo agradecimiento, pero que ya hoy me ha permitido dedicarme a lo que realmente quiero como profesional y la meta sigue siendo la misma”.
¿Y quién es Amanda como mujer hoy?
“Pues Amanda como mujer es una apasionada por las culturas, por conocer no solamente aún más y cada vez que pueda mi propia cultura, sino internacionalmente. Ver de dónde venimos, soy muy curiosa, soy bastante creativa y hoy ,sobre todo, soy una venezolana orgullosamente latina que quiere resaltar más y más a través de mi profesión, que es la moda. Lo que somos, como como cultura y todo. Que se puede comunicar a través de una industria como lo es la moda”.
¿Esa sería tu misión Amanda?
“Por supuesto, es parte de mi misión porque es como mi propósito profesional: Poder demostrar con acciones que haciendo lo que uno quiere, haciendo lo que a uno realmente le apasiona, también se puede dejar una huella bonita en el camino; al vincular todo el tema social y cultural con lo que hago en la moda y en el café es para mí el propósito detrás de todo, que cada paso que uno vaya dando tenga esa misma intención”.