Vuélvete una gurú de esta bebida con los siguientes consejos
Paso 1: Juega a adivinar
¿Blanco, rojo, de mucho cuerpo, seco, afrutado? ¡aaah! ¿por dónde empezar? Hemos hecho una pequeña clasificación con algunas variedades clásicas, para que sepas cuál es cuál.
ROJO
Pinoit Noir: Ligero, sedoso
Chianti: Cerezas secas, especias, natural
Merlot: Accesible, ciruelas, moras
Cabernet: Maduro, de mucho cuerpo
BLANCO
Pinot Grigio: Ligero, delicado, fácil de beber
Riesling: Dulce, floral, tropical
Sauvignon Blanc: Seco, de toronja o manzana verde
Chardonnay: Espeso, rico, típico de cava
Paso 2: Prueba todos los vinos, pero no al mismo tiempo
Según Alyssa Vitrano, fundadora de grapefriend.com, debes probar de todo tipo porque es divertido. Además afirma que hay una parte de ti que lo toma con el fin de emborracharte un poco.
Paso 3: Lo que debes saber
“El vino está seco”, según André Hueston Mack, un sommelier y vinicultor, cuando alguien dice esto se refiere a que el vino está tanino, es un compuesto que reseca la boca. En cuanto al sabor, significa que no es dulce.
¿Cuánto dura un vino cuando ya está abierto? El vino dura dos o tres días después de que se abrió. Para alargar su vida puedes volver a ponerle el corcho y guardarlo en el refrigerador, sácalo hasta que quieras volver a tomar.
Paso 4: Aprende a brindar según la ocasión
Para un picnic
ROSE: El vino rosado ideal para el verano. O prueba con el pinot blanc: ligero y perfecto para un día caluroso.
Para una noche de pizzas
BARBERA: Este rojo italiano es oscuro y frutal, y se mezcla bien con los jitomates y con el queso. ¡Yum!
Para una fiesta
PINOIT NOIR: Este rojo ligero es tan versátil que la mayoría de los que prefieren vino blanco, lo beben.
Para una noche de chicas
SPARKLING: Según Mack el burbujeante tiende a ser festivo. Asegura que se debe beber aunque no haya nada que celebrar.
Paso 5: Mantente cool cuando se acerque el mesero
1. Si no has decidido qué ordenar, pregunta qué tienen que sea seco y que tenga cuerpo (o cualquiera que sea tu perfil favorito).
2. Cuando te ofrezca una probada, pon tu nariz en la copa y huele el vino. Si te gusta el olor, entonces puedes seguir.
3. Menea la copa para obtener el olor del vino. Huélelo de nuevo y dale un pequeño sorbo.
4. Si todo está bien, dile que sí al mesero para que puedas comenzar a disfrutar.