Antes de que tuvieras un estilo propio, tu modelo a seguir para lucir genial era tu madre. ¿Recuerdas cuando robabas sus tacones? Debes de aceptar que sigues robando ciertas prendas de su closét que nunca pasan de moda
Antes de que tuvieras un estilo propio, tu modelo a seguir para lucir genial era tu madre. ¿Recuerdas cuando robabas sus tacones? Debes de aceptar que sigues robando ciertas prendas de su closét que nunca pasan de moda