El cero desperdicio no es una tendencia mundial nueva. Hasta 1960, el mundo vivía sin bolsas, envases o botellas de plástico; y si regresamos aún más el tiempo, el estilo de vida cero desperdicio era parte de la cultura del México antiguo. Los Mexicas eran profundos conocedores de la naturaleza, y para ellos, los recursos naturales simbolizaban la vida, y los desperdicios eran recursos valiosos que recuperaban, reutilizaban, reciclaban, y utilizaban de manera productiva; además, eran expertos en herbolaria, y en higiene personal natural. De acuerdo al Códice Florentino, nuestros antepasados eran amantes de la limpieza. Se bañaban mínimo dos veces al día en ríos, lagos o manantiales, utilizando la hierba de copalxocotl, y la raíz de xiuhamolli como jabón, y para lavar su ropa; y usaban temazcales con hierbas aromáticas para una profunda purificación. Además, elaboraban acondicionador hecho a base de aceite de piedras de aguacate, y fabricaban desde desodorantes, refrescantes de aliento, hasta pasta dental, mezclando axín, raíces de geranio, sal, chile, y carbón activado. Actualmente, el planeta está sufriendo una crisis ambiental de contaminación por plástico, nunca antes vista. La industria cosmética produce 120 billones de envases anualmente, que se unen a las 8,300 millones de toneladas de desechos plásticos que terminan en nuestros ríos, lagos, mares, y océanos cada año. Ante este panorama, surgen propuestas como la marca mexicana de cuidado personal en sólido, Nanah, la cual está inspirada en la herbolaria mexicana, y en la filosofía cero desperdicio del México antiguo.
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Sus productos son biodegradables, libres de envases, libres de crueldad animal, parabenos, sulfatos, o derivados de petróleo, y están elaborados orgullosamente a mano en México con ingredientes locales, y naturales, como mango, aguacate, papaya, jamaica, maíz, sábila, cacao, y tepezcohuite, entre otros. Además, son sólidos, o en barra, y ahorran hasta un 85% de agua en su elaboración, y al estar concentrados, duran de tres a seis veces más que un producto comercial líquido. Son ideales para viajes, ya que puedes llevarlos en tu equipaje de mano, sin preocuparte por derrames molestos. ¿Y cómo se usan? En el caso de los shampoos, simplemente tienes que humedecer tu cabello, y frotar la barra para activar su poderosa concentración. En Nanah todos los productos son completamente libres de plástico, como shampoos, acondicionadores, mascarillas capilares, cremas corporales, bálsamos labiales, jabones faciales y corporales, desodorante, protector solar, repelente, detergente sólido, entre otros. Puedes adquirir sus productos a través de su tienda en línea www.nanah.mx o revisar en su tienda los puntos de venta a lo largo de la República mexicana.
Una marca que cuida el ambiente
La imagen de Nanah está inspirada en las chinampas, sistema agrícola único en el mundo y legado de nuestros antepasados, que a pesar de ser Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y reconocidas como Patrimonio Agrícola Mundial por la FAO, la falta de agua, el avance de la mancha urbana, y el desapego de las nuevas generaciones a la tierra han puesto a este sistema de seguridad alimentaria, utilizado por los Mexicas, al borde de la extinción. Como parte de su misión, la marca suma esfuerzos con los colectivos CHINAMPA AUTÉNTICA y CASA BADIANO para la preservación, y conservación de las chinampas, uno de los pulmones verdes de la Ciudad de México, y una de las más grandes opciones de cultivo sustentable en el mundo. “Hoy más que nunca, es importante recordar que somos herederos del pasado, y nuestra imagen es un homenaje al legado de nuestros antepasados, a lo que fuimos, y a lo que somos.’’ asegura Nanah. El futuro de la tierra está en nuestras manos, es momento de detenernos, respirar, y pensar antes de consumir. Visita nuestra sección: Salud y Bienestar
