Las picaduras de mosquitos son muy molestas pero no solo eso, sino que pueden transmitir algunas enfermedades.
Los mosquitos están en la casa, en la calle, en el campo, en el parque y muchas veces, aunque tratemos de huir de ellos, nos encuentran y nos hacen presa de sufrir varias picaduras. Por supuesto, es posible protegerte, pero además, es importante hacerlo, porque algunas especies como la Aedes aegypti o la Aedes albopictus son responsables de transmitir enfermedades como el dengue, el virus del Zika o chikungunya. Son males con los que hay que tener cuidado, por ejemplo, este último puede dejar a una persona incapacitada hasta por seis meses. Lo que sucede es que este tipo de mosquitos fungen como ‘vectores’ para transmitir estas enfermedades a través de las picaduras. Alrededor del mundo hay más de tres mil especies revoloteando y México es reconocido por su gran biodiversidad en este tipo de insectos. Se tienen identificados entre 18 y 20 géneros y de 225 a 247 especies de mosquitos, aunque son pocas las especies consideradas vectores de virus, bacterias o parásitos que causen enfermedades. Aún así, el riesgo es latente, sobre todo si se vive en o se viaja a zonas tropicales o subtropicales. Cada año, hasta 400 millones de personas se infectan con dengue, aproximadamente 100 millones enferman por esa infección y 22 mil mueren por dengue grave, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Además, en México, se espera que este tipo de enfermedades transmitidas por vectores escalen hasta 40% en los próximos 50 años, según el World Mosquito Program.
¿Dónde viven?
Los mosquitos buscan lugares frescos y oscuros para estar y reproducirse, y les gusta el agua acumulada, aunque también se pueden reproducir en macetas y charcos. Las hembras depositan sus huevecillos en agua acumulada (y que no necesariamente tiene que estar sucia) y en tres días, estos huevecillos se convierten en larvas. Por eso es muy importante evitar que el agua se estanque, para que estos no tengan medio para reproducirse. Las zonas tropicales y subtropicales son las más afectadas por las picaduras de mosquitos, porque hay una mayor humedad y temperaturas altas, ambas condiciones muy buscadas por este tipo de animales para vivir. De esta manera, de acuerdo con datos del Centro Nacional de Prevención de Desastres, dos quintas partes de la población mundial que vive en estas zonas está en riesgo de ser infectada, sobre todo en temporada de lluvias.
Así te puedes proteger
La primera recomendación que hacen los especialistas, entre estos los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, es la de usar repelente contra insectos. Pero no cualquier repelente, sino uno que contenga DEET, icaridina, IR3535, aceite de eucalipto o 2-undecanol. Cualquiera de estas sustancias han mostrado su efectividad. Así que a la hora de escoger un repelente es importante leer los ingredientes y cuidar que alguno de estos venga incluido. Por ejemplo, OFF!® que tiene una gama de repelentes con un producto especial para las distintas necesidades de toda la familia, con alguno de los ingredientes activos que han probado ser efectivos contra las picaduras de mosquitos. Ya sea en su presentación Active –para los momentos de mayor exposición ante picaduras de mosquitos–; Family, de uso diario e ideal para toda la familia o Botanicals con ingredientes naturales. En cualquiera de sus presentaciones, este repelente brinda la protección necesaria contra la picadura de mosquitos.
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Cada repelente tiene ciertas horas de efectividad, y es importante conocerlo para aplicarlo frecuentemente y no quedarse desprotegido en ningún momento. Es fundamental leer las instrucciones y si usas filtro solar, primero aplicarlo y luego hacer lo mismo con el repelente. Cúbrete los brazos y las piernas, que son las partes del cuerpo que suelen resultar más afectadas por este tipo de bichos. Si vas de camping o a alguna casa de campo, no olvides usar en todo momento el mosquitero, ya que estos sí funcionan como una barrera efectiva para que estos insectos no crucen la puerta. Si estás entre usar el aire acondicionado o la ventana abierta, ¡elige el aire acondicionado! Así puedes cerrar puertas, ventanas y cualquier orificio por el que se puedan meter estos bichos. Por ningún motivo permitas que el agua se acumule en ningún lugar, ya sea llantas, cubetas, macetas, juguetes, albercas, bebederos de pájaros o contenedores de basura. Todos estos lugares son propicios para que los mosquitos se reproduzcan así que si puedes evitar que se produzcan o al menos acercarte a ellos, no lo dudes. ¡Ojo con los aromas que usas! Los olores dulces suelen atraer a estos bichos, así que perfumes, jabones y lociones corporales son un factor de riesgo para que te piquen. Si quieres protegerte de estos insectos, evita usarlos.
¿Por qué te dan comezón las picaduras de mosquito?
Porque la saliva de los mosquitos tiene ciertas proteínas que producen que nuestro sistema inmune reaccione y empiece a generar histamina, que es la sustancia que se produce como respuesta inmune. Esta sustancia produce un mayor flujo de sangre, lo que inevitablemente hace que nos dé comezón y que la zona afectada se inflame. Aunque no lo parezca, la existencia de los mosquitos tiene su razón de ser. Estos son elementos esenciales en las cadenas alimenticias de los ecosistemas en los que se desenvuelven, porque son fuente de alimento de otras especies y porque algunos se alimentan de materia orgánica y ayudan a su redistribución en el ambiente, explica un diccionario de la diversidad de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad.
¿Cómo pican?
No todas las especies pican a los humanos ni mucho menos se alimentan de sangre humana. De hecho, es el mosquito hembra el único que se alimenta de sangre humana debido a que la necesita para desarrollar los huevos que a su vez van a dar vida a más mosquitos. Tras posarse en la piel humana, el mosquito hembra empieza a hacer la labor de alimentarse. Sus piezas bucales tienen cerdas y tubos filosos que hacen un orificio en la piel por el cual exploran hasta encontrar un vaso o un capilar sanguíneo. Cuando están listos, insertan estos dos tubos en el vaso o capilar y mientras que por uno fluye saliva, por el otro se succiona la sangre. Seguramente te preguntarás, ¿para qué introducen su saliva en tu cuerpo? Debido a que esta actúa como un anticoagulante que hace que la sangre se adelgace y fluya con mayor facilidad.
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