La comunidad LGBTQ+ sigue siendo víctima de actos de discriminación solo por expresarse en la vía pública, bajo excusas que quedaron arraigadas desde el pasado.
Hasta hace unos años, y todavía en muchos lugares de México, era impensable que una pareja de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Transgénero, Travesti, Intersexual, Queer (LGBTTTIQ+) se tomara de la mano en la vía pública sin ser reprendido por la sociedad y/o la autoridad, bajo el argumento de que incurren en “faltas a la moral”. Pese a que esta persecución aún existe, desde hace poco tiempo se ha abierto el camino para evitar el rechazo, aunque falta mucho en el camino hacia la no discriminación por orientación sexual. Debido a que muchas de las víctimas de discriminación no denuncian, no existen datos precisos sobre la cantidad de casos, pero se sabe cómo opera esta desagradable situación. Desde hace poco más de una década, la plataforma en línea Visible.lgbt ha registrado denuncias y casi el 15% de estos incidentes de agresiones los realizaron servidores públicos en diferentes municipios de todo el país. Estos actos de homofobia quizá todavía son más comunes en provincia. Generalmente un simple beso o tomarse de la mano es suficiente para que inicie la persecución, debido a que muchos policías municipales asumen la preferencia sexual, la identidad de género, así como a la expresión de género como una “falta administrativa”, que deriva en una detención y hasta en extorsiones. Con la amenaza de delatarlos con la familia, es común saber de casos donde miembros del colectivo LGBTTTIQ+ son discriminados por su orientación sexual y en casos de mujeres trans, hasta son acusadas de ejercer la prostitución; a cambio de dinero, en muchos casos son liberados de un arresto, sin ningún protocolo legal.
El abogado Jonathan López De la Rosa ha dicho a Aristegui Noticias que sería necesario que los policías municipales deberían portar videocámaras para asegurar transparencia en este tipo de detenciones. “Hemos observado que en Baja California los policías municipales te pueden inventar faltas administrativas, como ‘escandalizar en la vía pública’, por ser LGBT+ y usan ese pretexto para extorsionar, principalmente a las mujeres trans, con la amenaza de llevarlas a las estancias municipales de infractores o los separos de las comandancias”, explicó el también defensor de derechos humanos.
Algunos dirán, como excusa, que se trata de libertad de expresión...
Desde 2013, ministros del tribunal de la Suprema Corte de Justicia de la Nación establecieron que utilizar términos como “maricón”, “puñal” o “lancha” al referirse de una persona con orientación sexual homosexual son una forma denigrante de referirse a alguien, y por lo tanto, es discriminación. “Las manifestaciones homófobas son una categoría de discursos del odio, los cuales se identifican por provocar o fomentar el rechazo hacia un grupo social”, indicaron los ministros de la Primera Sala de la Corte. Se trató de un cambio del que quizá muchas personas no se enteraron, pues en México sigue existiendo discriminación a la comunidad LGBTQ+ con el uso del lenguaje. Si bien el término faltas a la moral no existe dentro de la Ley de Cultura Cívica de la CDMX, lo cierto es que en el Artículo 26, Fracción 1, se prohíbe maltratar, hacer pasar por una situación humillante o vergonzosa, intimidar o maltratar física o verbalmente a cualquier persona. Aún falta camino por recorrer para erradicar este tipo de discriminación, pero también es complicado en tanto a que el colectivo LGBTTTIQ+ no denuncian al encontrar barreras motivadas por prejuicios sociales u omisiones legales. Sigue leyendo: ¿Qué estados de México permiten el matrimonio igualitario? Glosario LGBT+: guía para entender la diversidad sexual que se conoce hasta ahora
