Tenemos que hablar... a pesar de lo que grite tu feed te diremos cómo llevar el movimiento feminista más allá de Instagram.
A pesar de lo que las redes sociales han proyectado en los últimos años con el crecimiento del movimiento feminista, la realidad es que el feminismo no es una infografía de colores pastel ni una frase morada el Día de la Mujer. Se tenía que decir y se dijo.
En la lucha por la causa que a cada quien le mueva, es probable que sigamos siendo excluyentes sin darnos cuenta a pesar de saber estos términos feministas que todas debemos conocer y dominar. Si todo este tiempo has estado omitiendo el feminismo interseccional o si no sabes de qué hablamos, entonces tienes que seguir leyendo. El término “interseccionalidad” fue acuñado en 1989 por Kimberlé Crenshaw, abogada y profesora. Y se refería a la forma en la que una mujer negra experimenta el mundo, no como mujer o como persona negra, sino como ambos aspectos. Hoy el término ha evolucionado y se usa para describir a “cómo alguien debe ser percibido no solo desde alguno de sus distintos ángulos (raza, género, economía, sexualidad. capacidades, etc), sino por las intersecciones de todas esas manifestaciones”.
Básicamente, se tata de la idea de considerar a la persona en su totalidad frente a muchos factores potencialmente definitorios, dice Myisha T. Hill, fundadora de la organización antirracista Check Your Privilege.
Si solo luchamos contra el sexismo en el lugar de trabajo, las quejas de las mujeres sobre otros tipos de opresión como el racismo o los prejuicios contra la comunidad LGBTQ+, pueden no ser escuchados; y si una empresa empieza hacer cambios contra este, las nuevas políticas pueden no reflejar las necesidades de las féminas cisgénero, con alguna discapacidad o heterosexules.
Una historia que te inspirará es la de María Elena Ríos: un reflejo de su lucha contra la violencia de género y por retomar su libertad.
El feminismo interseccional pretende solucionar esto entendiendo cómo las instituciones, leyes y normas, oprimen a todo tipo e mujer. Y tú puedes hacer algo al respecto, aprovechando las ventajas y privilegios que tienes:
Evalúa tu condición de aliada
Es importante ver cómo estás actuando (o no) como feminista interseccional, Hill propone que te hagas las siguientes preguntas:
- ¿Cómo reaccioné la última vez que una persona con menos privilegios que yo compartió su perspectiva?
- ¿Puedo recordar un momento en el trabajo o en la vida en el que haya sido inclusiva?
Esto te ayudará a detectar los primeros pasos de qué tan inclusiva estás siendo como feminista.
Sal de tu zona de confort para aprender más
- Elige un grupo o causa feminista sobre el que te gustaría profundizar, puede ser la discriminación de las mujeres indígenas o un impacto global.
- Busca podcasts y cuentas confiables para recibir información desglosada y entendible por mujeres que lideran la causa de tu interés.
37 % de las mexicanas consultadas por El Financiero en 2020, por el movimiento de #UnDíaSinNosotras, se asumieron feministas.
Usa tu privilegio para sumar
Empieza a buscar formas de ser útil para el progreso de todas las mujeres. Tal vez eso signifique destinar recursos a fondos de ayuda mutua o ser voluntaria en una organización sin ánimo de lucro que beneficie al grupo femenino que estás tratando de apoyar. Son solo ideas pero puedes ver varias opciones.
Foto: Unsplash
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Si te vas a clavar más, puedes llevar un diario de tus actitudes, como si estudias o donas parte de tus ingresos, intenta convertir esas actividades en un hábito indefinido.
Si te quieres transformar en una feminista inclusiva necesitas volverlo parte de tu vida.
Empieza a alzar la voz
Tus publicaciones con hashtags pidiendo justicia son una gran muestra de solidaridad pero en el feminismo interseccional se trata de usar tu voz ante las injusticias independientemente de que alguien más esté viéndote. Se trata de que te responsabilices a ti misma y a las personas que te rodean.
Escuchar es crucial para entender a las mujeres que no experimentan la vida de la misma manera que tú.
No te preocupes si cometes errores
El camino de introducción al movimiento feminista no es lineal, como todo. Y en realidad no tomes nada como error, sino como lección. Poco a poco asumirás esta filosofía a tu vida como parte de ti. No hay un punto final ni una estrellita en la frente por un trabajo bien hecho.
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