Isabel II de España, Cleopatra y Catalina la Grande son algunas de las monarcas y reinas conocidas por haber sido adictas al sexo.
La realeza, no importa el país del que provenga, se ha caracterizado por estar rodeada de misterios, secretos y rumores que solo ayudan a solidificar el mito de su existencia. Hijos ilegítimos, relaciones incestuosas, secuestros y un sinfín de escándalos que hoy harían palidecer a la prensa que sigue con furor a personajes como el príncipe Harry y Meghan Markle, abundan entre quienes pertenecen a las familias más importantes de Europa. Sin embargo, hay un tema que los libros de historia parecen dejar fuera siempre: las vidas sexuales de las protagonistas reales femeninas. Por ejemplo, ¿sabías que está más que documentado la existencia de reinas y monarcas adictas al sexo?
También lee: Las 30 reglas más estrictas que la realeza debe seguir
Si bien es más que conocida la fascinación de Enrique VIII por cambiar de esposa como uno ahora cambia de iPhone, se habla muy poco del libertinaje de María Antonieta, la habilidad de Cleopatra por arreglar asuntos políticos en sus aposentos o que quizá la ‘reina virgen’ no murió haciendo honor a su apodo.
Reinas y monarcas adictas al sexo
Aquí las historias de enormes mujeres de la historia que decidieron dejar atrás el pudor y entregarse a los placeres reales.
Catalina la Grande
Sabíamos que Catalina la Grande no era precisamente inocente. No por nada logró derrocar a su esposo –el ‘torpe’ Pedro III– y convertirse en líder de Rusia a muy temprana edad y sin ningún ejército bajo su mando. Por eso, muy pocos podrían haber imaginado que la zarina era, además de hábil para la política, una auténtica fanática del sexo.
Además de las decenas de amantes que tuvo, entre ellos Sergei Saltykov, Catalina II gozaba de una ‘habitación de juegos’ con todo tipo de elementos eróticos y un arsenal de objetos sexuales para su disfrute personal. Hasta Christian Grey se vería infantil comparado con ella.
Isabel I de Inglaterra
El no haberse casado ni procreado a lo largo de su longeva vida, no significa que Isabel I de Inglaterra dijera no a los placeres sexuales. De hecho, la hoy conocida como ‘reina virgen’ explotó su sexualidad con numerosas figuras importantes en la historia británica, como Sir Walter Raleigh, Sir Christopher Hatton y Lord Robert Dudley.
Como pueden leer, los súbditos fueron reconocidos por sus ‘servicios a la Corona’ con sendos títulos nobiliarios. Y ya sabemos todos cuales fueron esos ‘servicios’ a los que se refieren.
Cleopatra
Cleopatra tiene su nombre asegurado en los libros de historia por muchas razones: fue la última gobernante de la dinastía ptolemaica de Egipto, conquistó territorios enteros y se destacó como comandante naval, lingüista y escritora de tratados médicos. Sin embargo, no podemos obviar la fama que Cleopatra poseía en el aspecto íntimo, donde tomaba al sexo como una herramienta política.
Más allá de sus relaciones con Julio César y Marco Antonio, la famosa faraona protagonizó un escándalo en el que se le acusó de haberle practicado sexo oral a 100 generales romanos en una fiesta exclusiva. De ahí uno de sus infames apodos con los que hoy se acompaña su legado como mandataria: ‘la boca de los diez mil hombres'.
María Antonieta
María Antonieta fue una mujer que perdía la cabeza por los hombres, en todos los sentidos de la expresión. Tras consagrarse como reina consorte de Francia, la monarca europea decidió buscar todo aquello que ‘su rey’ no le ofrecía en el plano sexual.
Esto provocó que la polémica reina terminara en los brazos de múltiples hombres, incluyendo a los condes Artois y Hans Axel de Fersen, así como el poeta Robespierre.
Isabel II de España
Hablemos de una ‘sugar mommy’ real. La reina Isabel II de España fue una de las personas más importantes de la política de su continente durante el siglo XIX y una de las más escandalosas.
Se sabe que la monarca fue calificada de ninfómana debido a sus constantes aventuras sexuales donde llegaba a los límites de la época. También era conocida por las infidelidades que trataba de esconder otorgándoles un cargo oficial o incluso títulos nobiliarios a sus amantes. Como siempre, los aprovechados llegaron e Isabel II comenzó a ser pretendida por decenas que solo buscaban obtener un beneficio de la ‘calentura’ de la monarca española.
Isabel Báthory
Aunque no llegó a los más altos niveles de la monarquía, la condesa húngara Isabel Báthory puede figurar en cualquier lista de reinas y monarcas adictas al sexo gracias a sus aberrantes actos.
Según cuenta la historia, la descendiente de la casa de Báthory estaba obsesionada con la belleza eterna, por lo que salía a las calles a secuestrar jóvenes a las que después violaría y asesinaría para beber su sangre. Con más de 650 muertes en su historial, la ‘Condesa Sangrienta’ de Hungría escribió su nombre en uno de los capítulos más oscuros de la realeza europea.
Sigue leyendo
Todo lo que debes saber sobre la adicción al sexo Quién ocupará el trono tras la muerte de la reina Isabel ¿La reina Isabel no cuenta su ingesta de calorías? Quién es Ana Bolena y cuál es la relación con Lady Di en Spencer Algunas razones por las que Carlos y Diana estaban destinados al fracaso