¿Qué hace una coordinadora de intimidad y cómo puedes convertirte en una? Te lo contamos todo...
Cuando Sharon Stone rodó Bajos instintos accedió a quitarse la ropa interior para la mítica escena en la que cruza las piernas sin saber que sus genitales saldrían en un primer plano. Al descubrirlo en la pantalla, pasó uno de los peores momentos de su carrera, como reconoció en sus memorias. Esta desagradable situación tal vez no se habría producido si hubiera existido una coordinadora de intimidad a su lado, profesión que ejercen Lucía Delgado y Tábata Cerezo, fundadoras de Intimact.
Por Marieta Taibo
Qué hace una coordinadora de intimidad y cómo puedes convertirte en una
¿Cómo convertirte en una coordinadora de intimidad?
Lucía Delgado y Tábata Cerezo estudiaron interpretación, trabajo que compaginan con la coordinación de intimidad desde que se formaron para ello hace un par de años gracias al programa Grow Creative de Netflix. “Esta figura surgió muy relacionada con el #MeToo entre 2017 y 2018. Unos profesionales crearon una metodología con la coordinación de acción y la coreografía de lucha a raíz también del incremento de contenido íntimo con la expansión de las plataformas. Se dieron cuenta de que necesitaban una figura especializada para gestionar todo esto”, relata Lucía. Tanto ella como Cerezo se prepararon para esta labor en la compañía sudafricana Safe Sets. “
Estudiamos una parte teórica del consentimiento, derechos LGBT+, diversidad sexual, trabajo con menores y solución de conflictos. En cuanto a la práctica, estaba enfocada a aprender la técnica de coreografiar el sexo para que parezca real sin que los intérpretes se sientan vulnerados, cómo manejar las dinámicas de poder... es una formación muy rigurosa”, añade Tábata.
¿Cuál es el trabajo de una coordinadora de intimidad?
Su misión dentro de un proyecto audiovisual es “gestionar a nivel logístico y creativo las escenas íntimas. “Siempre vamos a proteger los límites del consentimiento de los artistas”, asegura Delgado. Con el objetivo de crear un buen clima en el set, hablan con los directores para comprender su visión creativa de las secuencias y mantienen charlas con el reparto para que les transmitan sus límites. Han participado en Todas las veces que nos enamoramos, Bienvenidos a Edén, Selftape o Élite. De esta última, Lucía Delgado se queda con las secuencias protagonizadas por Ander Puig y Nadia Al Saidi:
“Entendieron nuestra función. Era un gusto verlos trabajar juntos, tranquilos y seguros”. Su compañera destaca una de Todas las veces que nos enamoramos: “El trío de Da (Carlos González) con dos actores jóvenes que venían solo a rodar eso. Podría haber sido difícil encontrar una coreografía de forma espontánea, pero tuvimos un ensayo precioso y acabaron emocionados”. Otra de sus funciones es velar por la salud mental de los actores. “Estas escenas pueden colocarles en una posición vulnerable o hacer aflorar traumas que estaban en ellos de forma más o menos consciente. Es común que se den ataques de ansiedad o de pánico”, revela Lucía Delgado.
Derribando mitos
Los profesionales en el área luchan por acabar con los prejuicios en torno a esta profesión, continúa Tábata: “Se tiende a pensar que la coordinación de intimidad es puritana, tal vez por desconocimiento. No somos policías del set: nos encanta la narrativa sobre la sexualidad y venimos a sumar para que estas escenas sean cada vez más interesantes”.