Pierce Brosnan y Keely Shaye son ejemplo de un buen matrimonio. Su historia de amor es de cuentos y muestra que lo estereotipos no importan
Pierce Brosnan y Keely Shaye son un matrimonio duradero y estable, algo poco común en Hollywood. Llevan juntos bastantes años e incluso él ha dicho que Keely fue su salvación en épocas muy difíciles de su vida. Shaye es una presentadora, modelo y actriz estadounidense. Por su lado, Pierce es un actor, conocido por interpretar a James Bond (de hecho es conocido como el Bond del millón de dólares) en 1995; en Mamma Mía, Papá por siempre o El escritor fantasma, entre muchas otras más. Te puede interesar: Lizzo comparte foto desnuda y sin editar para dar un gran mensaje sobre estándares de belleza
Pierce Brosnan y su esposa, la historia de amor de Hollywood
Pierce y Keely se conocieron en 1994 en una playa en México y se casaron en agosto de 2001 en la Abadía de Ballintubber, cuando ya habían nacido sus dos hijos en común: Dylan y Paris. Pierce es 10 años mayor que su esposa, pues tiene 67 años. Él tiene otros tres hijos, a quienes crió junto con su esposa Cassandra Harris y que murió en 1991 debido a un cáncer de ovarios. Unos años después, su hija Charlotte murió de lo mismo.
https://www.instagram.com/p/BoLlAkOntND/ Brosman ha reconocido que la estabilidad de su relación se basaba en la admiración que siente por su esposa.
“Adoro su vitalidad, su pasión. Posee una fortaleza sin la que no sería capaz de vivir, aseguró en una entrevista.
https://www.instagram.com/p/BmEUgnnHrXj/ Que ella rompe todos los estereotipos de las “esposas de Hollywood” y lamentablemente debe cargar con el bullying cibernético por no tener “el cuerpo perfecto” impuesto por la sociedad. https://www.instagram.com/p/BlMVa_rHO-w/ A pesar de las críticas y los malos comentarios, la pareja es muy feliz. Esto comprueba que no se necesita tener el cuerpo que ha vendido Hollywood durante años para sentirte segura. ¿Qué opinas? Te recomendamos: Pierce Brosnan evitó que Halle Berry muriera ahogada El poderoso alegato de James Corden contra la gordofobia