El caso Asunta, la nueva serie de Netflix, se estrenó hace varios días y aún sigue dando que hablar.
El caso Asunta ha dividido al público entre quienes consideran que se trata de un buen true crime y quienes no ven ético abordar una historia tan reciente desde la ficción. En cualquier caso, entre la realidad y la serie hay algunas diferencias evidentes.
La obra es creación de Ramón Campos, también responsable del documental estrenado hace unos años sobre El caso Asunta. En esta ocasión, al tratarse de una ficción, el creativo ha modificado ciertos elementos para que encajen de manera más orgánica en los mecanismos narrativos de la serie protagonizada por Candela Peña y Tristán Ulloa.
Las 5 grandes diferencias de ‘El caso Asunta’ con la historia real
EL JUEZ Y LOS ABOGADOS
Uno de los principales cambios está en los personajes del juez instructor y de los abogados de Rosario Porto y Alfonso Basterra. El juez en la serie se llama Malvar, pero en la realidad su nombre es Vázquez Taín. Además, en los episodios de Netflix se deja claro que en todo momento desconfía de los padres de Asunta y desea que sean los culpables. El verdadero magistrado ha dejado claro que en ningún momento juzgó a la pareja, solo realizó la instrucción. Fue el jurado popular quien se encargó de dictaminar el fallo.
En cuanto a los abogados, José Luis Aranguren, interpretado por Francesc Orella, fue quien defendió a Rosario, mientras que Belén Hospido, a la que da vida Alicia Borrachero, hizo lo propio con Alfonso. En la serie se expone cómo fue Aranguren quien convenció a Hospido de unirse a la defensa. Pero en la realidad, ella estaba involucrada en el caso desde antes que él. Un detalle del que se ha quejado en televisión.
LOS AGENTES DE LA GUARDIA CIVIL
En El caso Asunta, Netflix también ha dado mucha importancia a dos personajes interpretados por María León y Carlos Blanco. Son los dos principales guardias civiles que ayudaron en la investigación del caso. Estos son, sin embargo, una reducción del equipo real de la Guardia Civil que intervino, pues fueron muchos más agentes. Campos optó por personificarlos en ellos para dotar de mayor cohesión y humanidad a su historia.
Además, a ambos se les representa desde dos perspectivas sobre la paternidad para aportar dramatismo en el crimen de unos padres contra su hija. Ella es una mujer que quiere quedarse embarazada y recurre a la fecundación in vitro. Él es un abuelo totalmente volcado al cuidado de su nieta. Estas subtramas también nacen del equipo real de la Guardia Civil que se encargó de la investigación.
EL AMANTE DE ROSARIO
Una tercera diferencia es el papel del amante de Rosario. En la serie de Netflix, recibe el nombre de Vicente. Pero en realidad, en su momento trascendió que este personaje, que sí es real, verdaderamente se llamaba Manuel.
Según una de las dos hipótesis principales que muestran los flashbacks de la serie, de forma totalmente indirecta e involuntaria sí sería un elemento clave en el crimen, pues es uno de los desencadenantes que llevan a Rosario a asesinar a Asunta. Pero en la realidad, los abogados de la defensa rechazaron su declaración cuando fue llamado a testificar porque consideraron que no aportaría nada más que generar morbo innecesario en el caso.
LAS FOTOGRAFÍAS DE ASUNTA
En la serie, también se sugiere que Alfonso Basterra tomaba fotografías comprometidas de su hija, de contenido presuntamente sexual. Una hipótesis que recibe aún más peso cuando se encuentra material pornográfico asiático en su portátil.
Sin embargo, las fotografías de Asunta también aparecieron en el móvil de Rosario. Y aunque los medios de comunicación pusieron su foco en el asunto, el material pornográfico del ordenador de Alfonso no fue tenido en cuenta por el jurado en el juicio.
LAS HIPÓTESIS DE LA SERIE
En el quinto episodio de El caso Asunta, Netflix lanza dos posibles hipótesis. Una es la visión del juez instructor, que señala a Alfonso y a Rosario como coautores del asesinato con Basterra como gran cerebro del crimen, mientras que la otra de la agente de la Guardia Civil que interpreta María León, que pone el foco en Rosario y su precaria salud mental como verdero desencadenante del crímen... con Alfonso como como encubridor una vez perpetrado el asesinato.
A pesar de estas versiones, lo cierto es que el juicio tuvo una sentencia firme en la que Rosario Porto y Alfonso Basterra fueron condenados. Por tanto, se trata de un caso cerrado.