La empresaria contó por qué permitió que los productores de ‘Keeping Up With The Kardashians’ abordaran este polémico asunto en el primer episodio del reality.
La gran mayoría de adultos de este planeta conoce la historia de la famosa grabación sexual de Kim Kardashian y su pareja en aquel entonces, Ray J, que dio la vuelta al mundo en 2007, y que se convirtió en una de las más vistas de la historia. De hecho, fue precisamente esta cinta la que catapultó a la fama a la empresaria, quien en esas fechas todavía era la asistente personal de Paris Hilton. Más de 10 años después, todo este asunto vuelve a ser noticia, pues la empresaria habló abiertamente de él en una reciente entrevista.
Recordemos los antecedentes
Esta famosa cinta con contenido sexual se grabó en 2002, aunque no fue hasta 2007 cuando salió a la luz y causó un revuelo increíble. Todo este asunto coincidió en el tiempo con la grabación de los primeros episodios de Keeping Up With The Kardashians, por lo que se habló de él en el primer capítulo. A la pregunta de por qué accedió a grabarlo, la empresaria respondió que lo hizo “porque estaba caliente y le apetecía”. Para Kim Kardashian, tratar este tema tan complicado en su programa fue algo muy terapéutico, según ella misma contó en su última entrevista para Los Angeles Times. Hablar sin tapujos sobre el escándalo le ayudó mucho a gestionar sus emociones, y probablemente no lo habría hecho de no ser por la existencia del programa.
“Estoy segura de que, como productores, les encantó hablar sobre ‘el elefante en la habitación’. Y probablemente no lo habría hecho si no fuera porque estábamos grabando el reality”, reveló.
En lugar de esconder la cabeza, Kim decidió no callarse y abordar el tema con naturalidad. Y fue lo mejor que pudo hacer.
“Sabía que alguien me iba a preguntar, así que decidí hablar y acabar con todo aquello. En cierto modo, contarlo en el programa me ha ayudado a enfrentarme a las cosas, en lugar de barrerlo debajo de la alfombra. Siempre fui abierta y honesta y quería compartir todo lo que estaba pasando. No iba a contenerme”.
¡Bien dicho, Kim!