Katy Perry se ha abierto sobre sus problemas con la salud mental, revelando que sufrió de depresión clínica después de que su álbum Witness no tuvo el éxito esperado.
“Saliendo de Witness, que fue mi último álbum, me puse muy mal y tuve depresión clínica”, explicó durante una entrevista.
Al parecer la cantante se dio cuenta de que estaba poniendo demasiado peso en lo que los demás pensaban y esperaban de ella.
“Me convertí en una persona muy insegura y tuve que tomar un viaje emocional, espiritual y psicológico para entender por qué me había enfocado en esa validación. Tuve que entender que mi carrera no es mi vida, solo es una parte de quien soy”.
Este viaje introspectivo fue el que le ayudó a crear su nuevo álbum.
“El nuevo disco es una foto de la resiliencia, mi palabra favorita, porque lo escribí durante dos años. Creo que este viaje sacó canciones hermosas”.
Por el momento no se saben más detalles sobre el nuevo material de Katy, solo sabemos que será lanzado el próximo 14 de agosto.