Azul Guaita, Ana Valeria Becerril y Andrea Chaparro nos cuentan todo sobre Como agua para chocolate, una historia mágica y llena de sabores
En esta historia llena de magia, sabores y amor, Azul Guaita, quien interpreta a Tita de la Garza, nos cuenta cómo el realismo mágico de la trama se filtró en su vida mientras aprendía a cocinar para la serie.
“Me di cuenta de que las emociones se impregnan en todo lo que hacemos. Mientras aprendía a cocinar para Tita, estaba usando un metate después de un día lleno de emociones fuertes y problemas personales, y lo rompí. Ni siquiera usé mucha fuerza y estaba aplicando la técnica correcta, pero se partió a la mitad. Era de piedra, y ahí entendí mi conexión tan profunda con Tita y la magia de la vida”, relata Azul.
Tita, quien nació en la cocina, creció entre especias y caldos, y tenía el don de transmitir sus emociones a todo lo que preparaba, desde la tristeza más profunda hasta la felicidad más desbordante. Es la menor de tres hermanas: Rosaura y Gertrudis, interpretadas por Ana Valeria Becerril y Andrea Chaparro, quienes también se sintieron fascinadas por la conexión de la historia con la cocina mexicana.
“Creo que la cocina está llena de arte y magia”, comparte Andrea. “Es una de las obras más representativas de México”, añade. Ana Valeria recuerda: “Había visto la película y fue mi primera experiencia viendo cine mexicano. Años después leí el libro, así que cuando fui al casting, estaba llena de emoción y expectativas.”
Azul Guaita, Ana Valeria Becerril y Andrea Chaparro y la nueva versión de ‘Como agua para chocolate’
Cada una de las actrices se llevó grandes aprendizajes de sus personajes. Ana Valeria nos cuenta que Rosaura le enseñó sobre el “deber ser” y lo mucho que duele callar: “Aprendí del sacrificio, de querer cumplir con todas las expectativas, de cargar con ese peso. Fue muy bonito descubrir todo lo que Rosaura lleva dentro”. Además, Ana Valeria sintió una conexión especial con las mujeres que la criaron: “Mi abuela era así, y su madre también. Esa educación me formó, y fue hermoso entender de dónde vengo”.
Andrea, por su parte, se identifica con la rebeldía de Gertrudis. “Ella se desapega de las costumbres de su casa, y yo también soy desapegada a muchas cosas en la vida. Su fuerza me resonó, especialmente porque me fui de casa a los 17 para cumplir mi sueño de actuar. Gertrudis me dio aún más poder para encontrar mi voz y sentir esa libertad que nos conecta”.
Azul también halló puntos en común con Tita: “Las dos compartimos esa pasión por lo que hacemos. Aunque a veces las cosas están impuestas, encuentras cómo hacerlas con amor y esa es tu verdadera fuerza. Además, tuve una relación que mi mamá no aprobaba cuando era más joven, y eso me conectó aún más con Tita, ¡ja ja!”
Después de filmar la serie, todas coincidieron en que los rituales de la comida tomaron un nuevo significado. “Preparar la comida desde cero y compartirla con tus seres queridos se volvió algo mucho más personal. He salido a comer más con amigos, porque siento que la serie me hizo apreciar esos momentos de convivencia y empatía”, dice Andrea. Ana Valeria, aunque no se considera una gran cocinera, también encontró un ritual en compartir la mesa: “Era muy lindo cómo, después de filmar escenas en la cocina, todos nos sentábamos juntos a comer. Era difícil no devorarlo todo, porque la comida en el set estaba deliciosa”.
El ambiente en el set de rodaje
La química entre las tres fue palpable tanto en pantalla como detrás de cámaras. “¿Cómo no disfrutar cuando comíamos tan rico? Ja ja”, bromea Ana Valeria. Azul añade: “Andrea y yo ya nos conocíamos pero esta serie nos acercó más. Con Ana Valeria también hice una conexión increíble. Tuvimos ensayos, clases de cocina, de costura, de equitación, y todo eso nos unió como equipo”.
La serie no solo trata de amor y magia, sino también de represión y revolución, temas con los que las actrices se conectaron profundamente. Ana Valeria reflexiona: “Hoy en día nos cuestionamos por qué no podemos enamorarnos de quien queramos, pero al mirar hacia atrás, entiendes de dónde vienen estas tradiciones y cómo nos criaron. Para mí fue un proceso de entendimiento, pero también de sanación”.
Sin duda, la experiencia de trabajar juntas en esta nueva adaptación fue “mágica”, “poderosa” y “transformadora”. Como dice Andrea: “Es una historia que tiene el poder de trascender más allá de lo que comemos y vivimos, tocando lugares tan profundos como el amor o incluso el impulso para iniciar una revolución junto a nuestras hermanas”.
Fotos: @khrisarm
Styling: @jerooreilly
Makeup: @danimtz86
Pelo: @hairbykarlita1Asistente de stylist: @la_lorraine
Entrevista: @aandysl