Aceptémoslo. Todas llegamos a amar a Bridget Jones, pero nunca aspiramos a ser como ella, aunque la identificación en algunas ocasiones era inevitable: perder peso, conseguir novio, ser un desastre… Han pasado 22 años del estreno de ‘El diario de Bridget Jones’ para darme cuenta de que la protagonista funcionó como una especie de mecanismo de defensa para varias generaciones que crecimos con la presión social de un canon de estilo de vida tradicional. Esta “heroína” era el hazmerreír, una burla que nos recordaba -de forma divertida y cruel al mismo tiempo- la gran pesadilla que por mucho tiempo tuvimos: Quedarnos solteras. SOLTERÍSIMAS.
Por DAFNE RUIZ
Amamos a Bridget Jones por las razones equivocadas
Bridget en 2023
Por suerte los tiempos han cambiado. Tanto la inclusión como el body positive todavía tienen un largo camino por recorrer, pero al menos están presentes. También cada vez más mujeres nos demuestran que no se necesita de una pareja para tener tu vida “completa” o plena. Incluso, que no hay edad para encontrar el amor (¿verdad, Cher?). La verdad es que después de la segunda y tercera parte de esta franquicia, por fin puedo atreverme a decir que la “admiración” por Bridget se ha transformado en lástima. Para haber estado en sus 37, creo que su situación -o sea, victimización- rayaba en lo patético. Como su título en español, al borde de la locura se quedada corto. Estar soltera en la antesala de los 40 no es el fin del mundo.
La confusa lección
En un principio la cinta fue aceptada como una ofrenda de paz con nosotras mismas, hasta como una resignación quizá, cuando siempre fue un grito desesperado. Mismo caso que con Carrie Bradshaw, otra mujer madura que buscaba el amor, pero con una diferencia de perfil bárbara. ¿Cuándo se preocupó Carrie por las kilocalorías? Deportista no era, así que aquella “bendición” se le puede atribuir a su genética. Bridget, por su parte, luchaba constantemente y fracasaba. La lección de la cinta podía resumirse en “No importa que no cumplas con los estándares de belleza típicos, habrá alguien que te quiera por cómo eres”. ¿Por tu obsesión por estar delgada? ¿Por tus complejos e inseguridades? ¿Por hacer el ridículo una y otra vez?
Todo un cliché
Si nos vamos a aspectos superficiales, su underwear (“los chones de abuelita”) se lleva el primer lugar. Parte de sus complejos se proyectaban en cómo vestía. Miles de mujeres se sienten más seguras y más sexy en sus 30-40 que en sus 20. Así que una cosa es comodidad y otra muy distinta que no se haga con estilo. ¿Llorar en pijama, atiborrándote de helado, sumergiéndote en vino mientras (des)entonas ‘All by Myself’ de Céline Dion? Todas hemos pasado por ahí, pero precisamente porque se nos ha vendido tanto ese cliché que lo aceptamos -y disfrutamos- como parte de atravesar por una ruptura amorosa o por sentirnos solas, de pensar que pasarás otra Navidad, cumpleaños y San Valentín sin ese Significant Other.
La trágica vida sexual
Nunca me percaté de la triste vida sexual que llevaba Bridget Jones hasta hoy. Estaba tan preocupada por su peso ideal y por conseguir un hombre que la manera en la que lidiaba con todo ese estrés era fumando. Oh, Bridget, qué lástima que en 2001 no existían vibradores ni dildos (léase con sarcasmo) y que tampoco te hayas animado a masturbarte. Por desgracia, la película nunca hace énfasis en el autoplacer. Lo más triste es que he escuchado de mujeres que en su vida han visto/usado un juguete sexual o peor aún, que ni siquiera se tocan lo suficiente. Esta práctica es tan necesaria para tu bienestar como para evitar errores llamados Daniel Cleaver. Claro que si lo sabes manejar y no te enamoras porque dominas que es un f*ck boy, vas.
Con el rumor de que ya hay una cuarta entrega en desarrollo, por mi parte no quiero saber más de Bridget. Me cansé de sentir pena por mí en mis peores momentos de soledad y de flagelarme. Me cansé de su inestable personalidad (a veces ch*ngona, a veces Bridget pisoteada, a veces ingenua total). No puedo creer que en la última cinta se embarace -sin planearlo- y no sabe de quién es el bebé. ¿En serio es algo que tenemos que aplaudir o defender? Claro que todas cometemos errores, pero también vamos aprendiendo en el camino. Espero que por su aniversario 22, El Diario de Bridget Jones sea una invitación para redefinir lo que es y cómo se siente estar soltera -aún muriendo de ganas por tener novio.