Todavía me acuerdo hace 7 años cuando abrí mi página de Instagram; todo empezó con la idea de querer mostrar mi estilo de vida saludable para motivar a los demás y demostrarles que era posible lograrlo sin verlo como un sacrificio. Era feliz poniendo recetas saludables y opciones de ejercicios, pero había un problema, no era capaz de “dar la cara”, no era capaz de salir hablando y mucho menos de poner fotos mías. Para mí era muy difícil mostrarme porque veía que no cumplía con el prototipo de mujer “fit” que mostraban las redes sociales en ese momento, y si de vez en cuando era capaz de salir a decir algo, lo hacia siendo otra versión mía, no la original, sino la que yo creía que la gente quería ver.
Por Issa Vásquez
¿Perfección en redes sociales? ¡Ya pasó de moda!
Lo que vemos a través de la pantalla
Hemos crecido viendo en redes vidas ideales, cuerpos perfectos y relaciones ejemplares y eso no está mal, está bien que las personas quieran compartir sus logros, sus buenos momentos y su felicidad con los demás, lo que está mal, es llegar a comparar nuestra vida con eso que vemos a través de una pantalla.
Si hacemos cálculos matemáticos, las personas comparten aproximadamente 15 historias diarias de aproximadamente 30 segundos, eso nos da un total de 7.5 minutos de 24 horas que tiene un día. Nosotros solo vemos una mínima parte de la realidad de los demás y es normal que compartan sus momentos felices y no sus momentos tristes o difíciles, pero eso no quiere decir que no los tengan.
La perfección de las redes sociales
Con los años, como usuarios, nos hemos cansado un poco de ver tanta perfección en redes ya que no nos podemos identificar con ese tipo de contenido, y al final del día, eso es lo que queremos y lo que buscamos, por eso, cada vez la gente valora más el contenido “orgánico”, ese que no es tan producido, ese que muestra más la realidad, ese que es más amigable con el consumidor, ese con el que la gente se puede identificar.
Devolviéndome a mis inicios en redes sociales, pasaron alrededor de 2 años en los cuales nunca mostré una foto mía, y cuando por fin me atreví a hacerlo subí una foto con ropa de ejercicio. Como era de esperarse, recibí algunas criticas donde hablaban sobre mi físico, pero lo que no era de esperarse es que recibiera muchos más mensajes en los cuales muchas mujeres se sentían identificadas conmigo, y en ese momento descubrí que mi mayor poder es ser yo misma.
¿El mejor consejo? Sé auténticx
A partir de ahí, se acabó el miedo a hablar en cámara, se acabó la pena de mostrarme como era, se acabaron las dudas para subir una foto y lo más importante, se acabaron las dudas sobre mí misma.
Para concluir, quiero que se queden con este mensaje: que no les de pena ser ustedes mismos, que no les de miedo mostrarse como son por el qué dirán, recuerden que en un mundo donde hay tanto de lo mismo es un verdadero privilegio ser autentico, así que no desperdicien esa oportunidad, que siempre va a haber alguien que se identifique con ustedes.