Cuando se trata de brasieres, muchas mujeres prefieren usar el mismo un par de días antes de lavarlo. Por lo que muchas veces olvidamos lo importante que es mantenerlo limpio y en buen estado. Es por eso que aquí te contamos lo que necesitas saber sobre los riesgos que puedes estar pasando por alto.
En general, puedes usar tu brasier de 3 a 4 veces antes de lavarlo, siempre y cuando no sudes mucho ni estés en ambientes muy cálidos. Si haces ejercicio o el clima es húmedo, lo mejor es lavarlo después de cada uso.
Usarlo varias veces sin lavarlo acumula sudor, bacterias y hongos, lo que puede irritar la piel, causar infecciones o provocar malos olores. Además, un brasier viejo o desgastado pierde soporte, lo que puede afectar a tu postura y comodidad.
Para evitar problemas, procura cambiarlo cada 6 - 12 meses o antes si sientes que las copas pierden su forma, los tirantes ya no se ajustan bien o la tela se siente áspera. Recuerda que cuidarlo también es clave. Lávalo a mano o en un ciclo suave, evita suavizantes, déjalo secar al aire y alterna entre varios para alargar su vida útil. Mantener tu brasier limpio y en buen estado no solo es una cuestión de higiene, también es parte de cuidar tu piel y sentirte cómoda todos los días.