Hacer cosas por los demás está bien, pero hacerlas por miedo a que te critiquen o para ser aceptada no es sano ni muy maduro que digamos, entonces, la pregunta aquí es, ¿estás siendo demasiado complaciente?
Si existe esa vocecita dentro de ti que desde hace tiempo te lo está diciendo (o de plano ya lo tienes clarísimo), estos tres consejos para dejar de ser tan complaciente te van a caer como anillo al dedo:
Reformula el significado de “gustar”.
Philip Corr, experto del comportamiento y especialista en personalidad, señala que hay palabras mucho más fuertes, como “admirar”, “aspirar a” o “inspirar”. Pregúntate si quieres ser vista como inspiradora en lugar de “ser el gusto” de alguien. Empodérate con 30 frases poderosas de mujeres que cambiaron la historia.
Aprende que nunca vas a complacer a todo el mundo.
Es esencial atreverte a decir NO de una vez por todas y dejar de disculparte por hacerlo. Un spoiler cortesía de Piers Morgan: “es imposible complacer a todo el mundo todo el tiempo. Puedes pensar que estás complaciendo a la gente, pero en realidad solo estás complaciendo a algunas personas”.
Convierte en prioridad lo que te importa.
“Llegar a un punto en el que puedas ser franca es, en realidad, honrar tu relación contigo misma. Toma un respiro y cambia la narrativa antes de actuar con un comportamiento que sabes que será una especie de autotraición. Tú tienes ese poder”. - Honey Ross
Corr afirma que existen 5 tipos de complacientes: el familiar, el de reacción, el conductual, el defensivo y el de personalidad, ¿tú a cuántos perteneces? Si después de los tres consejos para dejar de ser tan complaciente sigue siendo un tema en el que definitivamente necesitas profundizar, no puedes dejar de leer nuestra edición de marzo. Ve directo a la página 56 y averigua si puedes (y quieres) dejar de ser tan complaciente con todo el mundo.