Es cierto, desean todo lo mejor para ti, pero hay ocasiones en que se pasan de la raya y nos lastiman...
1. Cuando te dicen que te estás poniendo muy gordita/muy flaquita. ¡Gracias por habérmelo dicho! De lo contrario hubiera tenido que confiar en mi espejo y mi armario estaría lleno de jeans mal ajustados, ¡que mala manera de averiguarlo!
2. Cuando critican tus habilidades en la cocina. Tu mami siempre tiene algo que decir sobre tu comida sin sabor.
3. Cuando dicen que te ves demasiado cansada o que estás hecha un desastre. Sabes que tu mamá se moriría si te ve salir de la casa sin maquillaje. ¡Es un pecado!
4. Cuando tus papás o tus tías te hablan sobre su vida sexual. “Tu padre y yo probamos este nuevo truco sexual del que leí en Cosmo.” ALTO.
5. Cuando les pides que dejen de hablarte sobre su vida sexual, y te responden: "¿Cómo crees que llegaste al mundo?” En realidad no importa. No habrá nunca ningún hijo que se sienta cómodo escuchando las travesuras que hacen sus padres en la cama.
6. Cuando te dicen que es necesario que te cases y tengas hijos porque estás “envejeciendo”. Se me había olvidado por completo cuántos años tengo. Gracias, mamá.
7. Cuando te corrigen algo (gritándote) enfrente de otras personas. Te hacen quedar en ridículo.
8. Cuando te dicen qué hacer con tu carrera. Sí, has escuchado que la amiga de tu mamá está haciendo toneladas de dinero como abogada. No, no estoy planeando estudiar derecho.
9. Cuando te dicen cómo gastar tu dinero. Todo en los ojos de tu abuela es un gasto innecesario y una pérdida de dinero. No te sientas mal por esos zapatos nuevos que acabas de comprar.
10. Cuando critican a tu pareja. Es una cosa compartir tu preocupación si tu hijo está en una relación peligrosa, pero otra muy diferente señalar todo el tiempo defectos que ni siquiera son importantes.