Suena de lo más divertido y hay personas que amarían trabajar, codo a codo, con quien sabe todo de ti, pero esta situación también puede crear competencia o, en el caso de las emprendedoras que inician un negocio juntas, también ocurrir que tengan choques de opinión, visiones distintas o problemas con el dinero. Según la psicóloga clínica y coach Laura García Agustín, en su libro No es un día cualquiera, es fácil que surjan conflictos cuando se confunden los roles dentro y fuera del trabajo. Y al parecer muchos expertos en el tema se encuentran de acuerdo. Sin embargo, trabajar con tu amiga y no morir en el intento es posible. La coach laboral Laura Aguayo opina que es cierto que las amistades o relaciones de pareja pierden energía si no logran desconectarse de ciertas conductas que únicamente tendrían que ocurrir dentro de la oficina, mas ella nos da claves con el objetivo de que la relación se mantenga intacta. ¿Lista para lograrlo?
- SIGUE UN HORARIO
Al momento de compartir mesa de trabajo en una empresa que no es suya, es más fácil poner límites, pero si se trata de una start up que han creado o están trabajando en un proyecto durante su tiempo libre, es factible dejarse llevar, laborar más de la cuenta, seguir hablando de ello los fines de semana o en medio de una cena. Es básico que ambas delimiten sus horarios, decidan cuándo y cómo van a trabajar y no centren todo el tiempo que pasan juntas en lo laboral, sino también en otras actividades, ya sea ir al cine o de shopping. Eso sí ¡nada de hablar de trabajo!
- CUENTAS CLARAS...
... ¡Amistades largas! Si ambas han invertido una cantidad de dinero en crear un nuevo negocio, lo mejor es hacer un contrato que contenga cláusulas en las que ambas estén de acuerdo. ¿Qué pasaría si una quiere dejar la sociedad? ¿O si ambas buscan cerrar la empresa? Hay que tomar todo en consideración. Asesórense con un experto y definan bien las dudas que puedan surgir. Cuando hay dinero de por medio es mucho mejor cubrirse la espalda y más cuando se trata de alguien que te importa.
- ¡NI HABLAR!
Lo que pasa en la oficina se queda en ella. Aunque suene supertentador seguir hablando de los detalles del trabajo, chismes, jefes... por el bien de ambas ¡evítalo! Si ella saca el tema, cámbialo o dile directamente que prefieres dejar esa conversación cuando sea hora de trabajar.
- ALGUNA DE LAS DOS AHORA ES ‘LA JEFA’
Si tu amiga se convierte en tu jefa (o tú en la de ella) puede ser más difícil mantener una relación ‘normal’. Por más confianza que haya, siempre surgirán dudas como ¿contarle o no que llegaste tarde porque te fuiste de fiesta la noche anterior? La sinceridad es la clave, pero no por el exceso de confianza se vale sobrepasar los límites y aprovecharse. No hay que olvidar que se trata de un trabajo y hay que ser responsables.
- LO RUMORES
- LAS PELEAS
Oops! Sin darte cuenta te encuentras metida en una discusión con ella. ¿Cómo salir del paso? Date un respiro y piensa en cómo manejarías la situación si no se tratara de tu amiga, sino de una persona con la que trabajas. Aunque sea tu hermana del alma no quiere decir que en ciertos ámbitos no sea una chica difícil, así que sigue trabajando tu asertividad. Según la experta ayuda ser imparcial y ante todo hablarse con el respeto. Por supuesto que no se vale sacar temas personales ni secretos.
- LA COMPETENCIA
Crees que ella se equivoca y tú harías las cosas diferentes, pero al trabajar juntas eso lo hace todavía más complicado. La solución es que no pienses en ella como alguien a quien quieres a nivel personal. Ponte en sus zapatos y, si de verdad deseas confrontarla, habla con sinceridad y respeto tal como lo harías con cualquier otro compañero de trabajo. Siempre piensa desde la perspectiva laboral y si necesitas pararle los pies a tu amiga, platica con ella diciendo algo como: “Desde el punto de vista de trabajo y no como tu amiga, opino que...”.