Cómo detectar las acciones sexistas y qué hacer para evitarlas

Cómo detectar las acciones sexistas y qué hacer para evitarlas

¿Te han interrumpido, saltado o subestimado? Hoy, es el momento de actuar...

El club feminista fue creado una tarde hace unos an?os en un restaurante McDonald?s de Manhattan mientras comi?an malteadas y papas a la francesa. Eran tres mujeres, cada una trabajaba en el staff de un programa de televisio?n. Una teni?a que desempen?ar las obligaciones de un trabajo dos puestos arriba de ella, pero sin ti?tulo ni compensacio?n. Otra, despue?s de cuatro an?os como asistente, habi?a sido ?promovida?, pero sin un aumento. Y ahora estaba sentada en un clo?set sin ventanas que ella llamaba oficina.

No e?ramos ingenuas. Sabi?amos que el sexismo existi?a, pero de una manera diferente; ma?s sutil y amigable. Una de ellas queri?a saber: ¿co?mo podi?a callar al chico que siempre la interrumpi?a? Otra pregunto?: ¿co?mo hacer que los dema?s reconocieran sus ideas? Ninguna de estas situaciones fue una discriminacio?n pu?blica. A menudo, estos chicos eran lindos.

EL ENEMIGO: El ratero

En un ambiente de oficina, este enemigo se apropia del prestigio del trabajo de otros: presenta tus ideas como suyas, acepta el cre?dito por tus ideas o a veces sin hacer nada recibe todo el reconocimiento.


CO?MO COMBATIRLO

? Palabras fuertes. Es difi?cil para alguien llevarse el cre?dito de tu idea si la propones y explicas con tanta autoridad que nadie pueda olvidar de quie?n es. Habla con seguridad; nada de dudas, disculpas o tonos bajos
de voz. Usa palabras activas. No digas ?Me pregunto que? pasari?a si proba?ramos...?, mejor intenta algo como ?Sugiero que...?.

? Da gracias. Recupera el cre?dito al agradecerles por apoyar tu idea. Es una maniobra un poco escurridiza, pero extremadamente efectiva y que te deja en una buena posicio?n. ?Exacto. ¡Que? bueno que esta?s de acuerdo conmigo! Ahora hablemos de los siguientes pasos a seguir?.

? Amigo. Encuentra a un compan?ero y, tal vez, hasta uno que sea hombre. Dile que te apoye pu?blicamente en las juntas. Que reafirme todo lo que digas. Cuando alguien trata de llevarse el cre?dito de tu trabajo, observa co?mo habla: ?Si?, como dijo Jess?.

EL ENEMIGO: El condescendiente

Te trata como la secretaria, aunque no lo eres: te pide que tomes notas, que mandes tus correos con copia a e?l o que lleves un cafe? para el cliente.

CO?MO COMBATIRLO

? Pe?sima barista. Haz lo mismo que la estratega digital Aminatou Sow: cuando sus colegas le piden que haga cafe?, les dice amablemente que lo hari?a si supiera, pero su mama? le dijo que nunca aprendiera (para que jama?s terminara hacie?ndolo ella).

? Pa?sala. Es decir, regresa la asignacio?n al sugerir que alguien ma?s lo haga. “Estoy atorada con una presentacio?n, pero ¿sabes quie?n es muy bueno para las
hojas de ca?lculo? Lalo?. Estudios demuestran que las mujeres son ma?s propensas a aceptar tareas de secretaria... e incluso hasta ofrecerse por voluntad propia. Es difi?cil decir no, pero hay algo sencillo para resolverlo: no te ofrezcas.

EL ENEMIGO: El gineco?logo

Asume que cualquier tipo de comentario asertivo que proviene de una mujer es porque ?son esos di?as del mes?. Pero lo ma?s probable es que este? disfrazado de un amigo que se acerca despue?s de una junta para preguntarte: ?¿Esta?s bien? Te vei?as muy molesta?.

CO?MO COMBATIRLO

? Regre?saselo. ?No, osh, no estoy en mi periodo, pero tus reportes de ventas esta?n mal hechos?. ?Espera, Luis, estoy confundida, ¿te refieres a ese di?a del mes en el que debo revisar tu desempen?o??.

? El rechazo. Suspira y mante?n un tono de voz tranquilo. El enojo es va?lido, pero canali?zalo en estrategias inofensivas. No le des razones para que diga: ?¿Ves??.

? La justificacio?n. Si te enojas, la gente asume que esta?s actuando por irracionalidad femenina, mientras que si un hombre lo hace, se asume como una reaccio?n justificada. Joan C. Williams, autora del libro What Works for Women at Work, nos da la receta para frenar esto: ?Si me veo molesta, es porque lo estoy, y es porque has puesto en riesgo mi (inserta tu meta laboral aqui?)?.

EL ENEMIGO: El antimama?s

Este enemigo piensa que las mama?s son mujeres sin dedicacio?n (porque, obviamente, ninguna mujer exitosa puede ser mama?).

Este personaje puede que ni siquiera sepa del tipo de suposiciones que ha hecho. Pero son una realidad. So?lo una pequen?a palabra en el CV de una mujer (madre) la hace 79% menos de probabilidad para ser contratada, la mitad de oportunidades a ser ascendida y que le ofrezcan un menor salario.

CO?MO COMBATIRLO

? Expresa tu compromiso. Pide una junta para poder explicar el curso de tus metas laborales despue?s de tu permiso de maternidad (asumiendo que tengas uno). Deja en claro que sigues siendo la misma empleada ambiciosa. En un estudio de padres casados que aplican para un puesto de ingenieri?a, aquellos que incluyeron una oracio?n explicando que esta?n dispuestos a hacer ciertos sacrificios teni?an ma?s probabilidades de ser contratados. A veces es tan fa?cil como expresarlo.

? Cambia tu opinio?n. Si esta?s del otro lado, no asumas que so?lo porque una mama? se va temprano no esta? cumpliendo con sus responsabilidades y procura no penalizar a los padres que ajustan sus horarios laborales. Lo importante es que cumpla con su trabajo.

? Opta por horarios flexibles. Las horas flexibles, las semanas comprimidas y la autonomi?a hacen ma?s productivos (y felices) a los empleados que el tradicional horario de 8-5. Asi? que si esta?s a cargo: propo?n permisos para padres (y motiva a los hombres y mujeres a tomarlo) y poli?ticas que se enfoquen en cumplir el trabajo en vez de pasar tiempo en la oficina.

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