Es tiempo de decir a la ch*ngada todo y vivir tu vida de la forma en la que siempre has querido. De esta manera podrás superar todos los obstáculos que la vida te pone
Vamos a dejar algo claro ? la preocupación no es lo mismo que la ansiedad, los ataques de pánico o la depresión. Pero ser una preocupona puede tener sus propios desafíos y a veces efectos dañinos. Aquí te damos algunos pasos para disminuir tu carga de preocupación.
1. EL ?QUÉ TAL SI?? NO EXISTE
¿Y qué tal si se ríen de mi?, ¿y qué tal si fallo? Los ?y qué tal si..? sólo se encuentran en nuestra mente causando daño masivo sin que ni siquiera nos demos cuenta. Lo más tonto es que te estás preocupando por algo que todavía no sucede y puede que nunca lo haga.
El Dr. Robert L. Leahy encontró que el 85% de las preocupaciones tienen un resultado positivo o neutral. Eso quiere decir que 17 de 20 preocupaciones saldrán bien.
Y sobre el otro 15% de situaciones que no salen bien, el 79% de las personas reportaron haber manejado la situación mucho mejor de lo que esperaban.
2. RECONOCE QUE EL PEOR DE LOS CASOS NUNCA SON REALISTAS
Los ?y qué tal si..? son contagiosos. Uno provoca otro y ese el siguiente. Por ejemplo: ¿Y qué tal si pierdo el vuelo? ¿Y qué tal si si lo agarro pero hay turbulencia? ¿Y qué tal si por la turbulencia se cae le avión? ¿Y qué tal si en el accidente el avión explota y nunca me encuentran? Y así, y así y así.
Los peores casos juegan con nuestra mente de una manera súper visual, y eso es lo que nos hace pensar que parece posible. Sin embargo, no lo es, y pierdes perspectiva de la realidad.
¿Vas a planear tus decisiones de vida preocupándote por algo que es muy poco probable que suceda y de todos modos no podrías hacer nada para cambiarlo? Deja de sobreestimar el peligro y subestimar tu habilidad de adaptarte.
Ver también: 5 Preocupaciones que tienen ellos cuando duermen con una chica
3. APRENDE QUE LA PREOCUPACIÓN NO ES POSITIVA
Las personas piensan que preocuparse los mantiene a salvo y que demuestra cuidado, los ayudará a adaptarse y a prepararse para cualquier eventualidad que suceda.
Pero recuerda, preocuparse no afecta el resultado. Preocuparse no es tan efectivo como tratar de resolverlo. ¿Qué podría afectar el resultado? Tu comportamiento.
4. DATE UN LÍMITE DE PREOCUPACIÓN
Date un límite de 10 preocupaciones al día. ¿Vas a desperdiciar una preocupación en pensar si tu vecino te vio poniéndote la blusa? Si sí, tendrás una preocupación menos en el día?¿no sería mejor preocuparse por algo más grave?
El propósito de esto es que te des cuenta qué situaciones valen la pena para preocuparte y cuáles no.
5. IMAGINA QUE TU PREOCUPACIÓN ES UN GLOBO
Una manera excelente de aprender es mirando nuestras preocupaciones de manera abstracta, de esa manera podrás alejarte de ellas. Es por eso que debes imaginártelas como globos rellenos de helio. Cada globo flota frente a ti, sólo míralo. Ahí está pero debes dejar que todo siga su curso.
NOTA ORIGINAL: COSMO UK
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