Te decimos los pros y contras de irte a otro país a estudiar o a trabajar
Lo mejor
La experiencia: Sin duda, una de las ventajas de vivir, estudiar o trabajar en el extranjero es el contacto con una nueva cultura, costumbres, lenguas y formas de comunicarse. De ahí derivan nuevos amigos que te enseñarán a ver el mundo de otra manera.
Te da independencia y madurez: Todo lo que has aprendido en tu casa, sin querer, tendrás que ponerlo en práctica. Si estás acostumbrada a que te hagan la comida y te laven la ropa, es posible que allá te toque hacerlo. Aunque al principio lo odies, en el fondo te servirá para volverte más responsable en todos los aspectos.
Serás mucho más adaptable: En otro país, tú eres la extranjera, así que tendrás que acoplarte a los demás. Si eres un poco mimada, alejarte de tu casa te hará más tolerante.
Lo peor
El choque cultural: Al principio es muy difícil dejar atrás las costumbres y adoptarlas nuevas formas de conducta. Algunos no pueden acostumbrarse a cambiar de vida y en algunos casos, el idioma se convierte en una barrera de la vida diaria.
¿Extrañas? Al no estar rodeada de personas conocidas, puedes sentirte desanimada. Fuera de tus orígenes, te darás cuenta de que sólo te tienes a ti misma, y al ser extranjera, muchas veces te sentirás como bicho raro.
Si regresas... No te frustres si las cosas ya no son como cuando te fuiste. La gente y las circunstancias cambian. Piensa que ningún lugar es mejor o peor que el otro, simplemente es diferente y es cuestión de acostumbrarse.