No soy spicy, no soy estereotipo. Solo sé que la voy a romper en grande. Estas son las ocho lecciones que me ha enseñado mi país.

Comida picante, personas dulces

Desde niña, como a muchas personas de este bello país, me dieron a probar limón, cerveza y chile. Con el tiempo aprendía no confiar en la frase “la salsa no pica”, pues siempre era falsa, pero cada una picaba de una forma especial: la salsa molcajeteada que preparaba mi bisabuela tenía un sabor a sol de verano, guardaba su sonrisa y el amor que le tenía a la cocina mexicana; la salsa de los tacos de la esquina –porque claro, todos los mexicanos juramos que los mejores son los cercanos a nuestra casa– guarda un toque de complicidad, de pláticas profundas a las 4:00 AM luego de una salida con los amigos. Si algo queda claro, es que en México decimos “te quiero” con la comida... ¡y lo hacemos todo el tiempo!

Mi casa, que es tu casa

Porque un rasgo de la mexican culture es dar las gracias, bien bajito, cuando alguien te dice: “En mi casa,que es tu casa”, en medio de una anécdota, más allá de una frase de cortesía o formalidad, es una realidad. Lo comprobamos el 19 de septiembre del 2017, cuando el terremoto nos sacudió como nación. Miles de personas tomamos las calles y salimos a apoyar a las comunidades más necesitadas, nos conmovió la pérdida y lo frágil que puede ser nuestra existencia. Literalmente abrimos las puertas de nuestros hogares para dar comida y refugio, hicimos cadenas para transportar víveres y herramientas. Todos aprendimos que un puño alzado era el símbolo de la esperanza.

Un mezcal que cura las penas

Hasta el corazón más roto se compone con un mezcal. Y es que, quien no ha llorado en una cantina acompañado de una naranja con chilito y mezcal, no ha vivido. Bien dice la frase: “El tequila te enseña el corazón de México, pero el mezcal te enseña su alma”. Cuando mi amada amiga Carolina regresa de Nueva York, una vez cada cien años, lo primero que hacemos es ir por esta mágica bebida y unos tacos al pastor. Es una tradición que nos une a todos, nos reconforta y ayuda a pegar todos los pedazos que el tiempo fue creando.

Con los brazos abiertos

No solo somos cerveza fría en una playa paradisiaca. En México somos gente unida que recibe como suyas a las personas que más lo necesitan. No por nada nos nombraron en 2019 el mejor país para hacer amigos. Acogemos con abrazos a colombianos, ecuatorianos, venezolanos, suizos, noruegos, franceses, etcétera; los llevamos a las luchas y a escuchar mariachi en Garibaldi; les enseñamos que donde comen tres, comen cuatro; los invitamos a hacer suyas nuestras calles empedradas de Coyoacán y a tomar tequila a la mexicana: derecho. En el Mundial intercambiamos camisetas, y con el paso del tiempo ambas partes hemos aprendido que sus logros nos conmueven hasta las lágrimas.

Las mejores historias

¿Quién no compartió una tarde con su familia mirando una película de Pedro Infante? ¿O se sumergió en las páginas de un libro de Octavio Paz o Carlos Fuentes? México tiene las historias más interesantes, no solo en la literatura o el cine. Es muy común tener al tío que cuenta los chistes con actuación incluida, o al abuelo que te hace revivir sus anécdotas más divertidas. Tenemos a trovadores urbanos narrando en el metro sus experiencias y visiones políticas del país. Desde lo cotidiano, hasta lo fantástico, México siempre tiene algo que contar.

Cada lugar guarda un secreto

México cuenta con más de mil museos, 111 hermosos pueblos mágicos y una gran riqueza natural y cultural, por lo que un día puedes estar en el Museo Dolores Olmedo conviviendo con xoloitzcuintles y al siguiente tomando un café delicioso en Coatepec. Uno de los secretos mejor guardados del país es que tenemos nuestra propia italia medieval en Val’Quirico, Tlaxcala; contamos con un sorprendente jardín surrealista en la Huasteca Potosina, diseñado por Edward James y y Plutarco Gastélum. La lista sigue con Cuatro Ciénegas, el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), Las Coloradas, el Museo de Arte Nacional (MUNAL), San Cristóbal de las Casas... Cada fin de semana hay una nueva oportunidad para ver el país en microviajes que no solo llenarán tu carrete de fotografías increíbles, también tendrás una vida desbordante de alegría con la mejor vibra.

Celebramos la muerte

México es uno de los países en el mundo en el que hay catrinas, ofrendas y Día de Muertos. Tenemos un aprecio enorme por la vida y hacemos fiesta a la menor provocación porque desde chicos somos conscientes de la muerte. Recordamos a los nuestros con cempasúchil, papel picado y pan de muerto. Esta tradición mexicana ganó dos premios Oscar y logramos que el mundo entero se conmoviera hasta las lágrimas con la película Coco, en la cual participaron animadores mexicanos, sonoristas, artistas de efectos especiales y más. Seguramente también lloraste con las escenas emotivas y moriste de risa con el chanclazo de mamá mexicana que tanto nos ha enseñado.

El himno te hace llorar

Siendo niña en México, tal vez no te hizo mucha gracia estar bajo el sol cantando el himno. Debo confesar que era mi caso, luego crecí y me di cuenta del poder de cada una de las palabras del poema. “Mexicanos, al grito de guerra. El acero aprestad y el bridón. Y retiemble en sus centros la tierra. Al sonoro rugir del cañón”. Es especialmente estremecedor cuando te encuentras fuera de tu país, extrañando a la familia y seres queridos. Cuando estás en un esta- dio y comprendes que somos una fuerza unida que, si lo quisiera, no se pondría límites; la piel se te enchina y las lágrimas no pueden dejar de correr por tus mejillas; si de pronto volteas, te darás cuenta de que no eres la única que añora con fuerza a su nación.

Me encanta decir en el extranjero: “Soy mexicana” y generar una sonrisa en la gente. La verdad es que estando en cualquier lugar del mundo, no importa el odio ni el racismo, siempre me voy a sentir orgullosa de haber nacido aquí y tener en Yucatán, entre otras ventajas, ese paraíso llamado Las Coloradas, una playa maravillosa teñida de rosa por los microorganismos y sales que tiene... ¡Una gran experiencia! #SoloEnMéxico

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