Esta fue la experiencia que vivió la escritora Dafne Ruiz (@its_dafne_bitch) poco después de abrirse una cuenta en OnlyFans.
«No, no quiero que te cambies, deseo que me bailes con tu ropa deportiva». Eso fue lo que me dijo Red, un hombre que me sigue en el sitio OnlyFans. Para quienes no tengan idea de qué hablo, esta plataforma se caracteriza por brindarle a los creadores de contenido (la mayoría solo para adultos) una oportunidad de lucrar con sus publicaciones, ya sean fotos, videos, audios o cam en vivo. En mi opinión, esto podría representar la culminación de las fitfluencers, dominatrixes (incluyendo a las findoms) y nueva generación de pornstars.
Así se siente tener un OnlyFans
Hace tres semanas que –por fin– me animé a abrir una cuenta en OnlyFans. No sé por qué tardé tanto si desde hace años llevo haciéndola de camgirl complaciendo a un sinnúmero de hombres (no solo locales, también estadounidenses, canadienses, italianos, franceses e ingleses, así como ‘habitantes de ese país’) que me trajeron loca. No soy rica porque no quiero, así que como lo dije en una reciente entrevista: '¿Por qué no obtener ganancias con lo que ya he hecho gratis?’ La situación económica está mortal, qué más da que no me guste el fan”. This girl gotta eat!
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La verdad, sé la razón o el costo de oportunidad. Dar ese paso implicaba reducir las probabilidades de tener una relación formal, de encontrar una pareja. A menos que sea tu fan, se enamore de ti y te “rescate”. Lo digo por la sociedad en la que vivimos. ¿Quién podría tomarte en serio si te pagan por quitarte la ropa? Como sea, a estas alturas y condiciones del partido, prefiero apostarle al dinero que al amor. Por supuesto que no es mi máximo ni lo que imaginé hacer para enfrentar la crisis, pero hornear pasteles o preparar Carlota de limón no es lo mío.
¿Cómo me ha ido? Pues no muy bien (obvio tampoco he estado concentrada en mover y crecer mi cuenta. Me siento cansada, sin actitud casi todo el tiempo). Cuando tuve que decidir el costo de la suscripción no quise pecar de soberbia. He pensado en un concepto divertido que promete, pero para nada soy famosa. Puedes establecer como mínimo 4.99 dólares y como máximo 49.99 al mes. Después de hacer cálculos al incluir la comisión, opté por cobrar 8.50 dólares (alrededor de 200 pesos). Sí, sí, ya sé, más caro que el plan básico de Netflix. Hasta ahora, ocho fans creen que vale la pena.
«Muchos hombres que tantas veces me mandaron emoji de fuego en redes sociales... todavía no han querido pasar su tarjeta de crédito»
El precio es, como en la mayoría de los casos, una variable decisiva. Muchos hombres que tantas veces me mandaron emoji de fuego en redes sociales y me dijeron que me aman sin control, todavía no han querido pasar su tarjeta de crédito. No me sorprende que hayan sido solo palabras, que todo lo quieran gratis. Pues no, chavos. Todo trabajo debe ser remunerado. Porque al final, eso es lo que parece que no queda claro. Entiendo que el regateo es parte de nuestra cultura, pero también algo innecesario en muchos casos como este.
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Por suerte no tengo que esperar a que caigan más fans, basta tener muy contentos a los actuales. OnlyFans permite cobrar por mensajes personalizados (como uno en video simplísimo por el que me pagaron tres dólares) o PPV (Pago Por Evento, bastante noventero el asunto), incluso la función de tips (dar propina) se activará cuando la cuenta comience a aumentar su producción. Nota personal: ¡Es hora de moverla! Aunque tengo definida la línea o ángulo con posts de calidad (nada vulgar o porno descarado), la parte más atractiva es la participación del usuario. Si este último está pagando, no puedo dejar de evaluar su solicitud o petición. Red quiso verme en top, leggings y al ritmo de Katy Perry (no lo juzguen). Porque al fan lo que pida, ¿no? Tampoco quiso verme bailando como Britney con una boa.
Es difícil saber con exactitud hacia dónde va esta nueva faceta. Tal vez no me agrade y renuncie, o en el caso contrario me centre con ganas en ella. Mis expectativas están bajo control por el momento. No creo que sea posible volverme millonaria pronto ni liquidar todas las cuentas mensuales. En un principio podré aspirar a pagar las comidas de cada fin de semana, ¡lo cual ya es algo! Al menos en esta ocasión no salí perdiendo; no tuve que invertir 28 dólares en una membresía, mucho menos estar rogando para que me compraran mis panties.
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