Siendo honestas, muchas veces es más común que las mujeres lleguen a fingir un orgasmo, sea cual sea la razón, es 100% válida. Lo curioso es que no somos las únicas, los hombres también lo hacen y la ciencia lo ha comprobado.
Un estudio de la Universidad de Kansas reveló que aproximadamente uno de cada cuatro hombres ha fingido un orgasmo al menos una vez en su vida. Y aunque suene irreal tiene todo el sentido del mundo, ellos también pueden sentir presión, incomodidad o simplemente querer terminar una momento que no está fluyendo como esperaban.
Detectarlo no siempre es sencillo, pero hay ciertas señales que pueden levantar sospechas si sabes en qué fijarte. Una de las más evidentes es la falta de eyaculación. Normalmente, el orgasmo masculino viene acompañado de semen, y aunque con el uso del condón esto puede pasar más desapercibido.
También es importante poner atención en su cuerpo. Después de un orgasmo real, es normal que la erección disminuya poco a poco, pero si su erección se mantiene firme como si nada hubiera pasado o su respiración no cambia, es evidente que no llegó al clímax.
Algunos incluso se apoyan del condón para esconder que no lograron tener un orgasmo. Lo que hacen es quitárselo y rápido tirarlo a la basura para que no se note si hubo eyaculación o no.