Si alguna vez te has preguntado si tus orgasmos podrían ser más intensos, aquí tenemos la respuesta para ti. La gran noticia es que sí hay maneras de potenciarlos. No se trata de brebajes mágicos, sino de conocer tu cuerpo y trabajar en lo que necesitas. Aquí te contamos tres factores clave que pueden llevar tu placer al siguiente nivel.
Un suelo pélvico fuerte
El suelo pélvico es un grupo de músculos que sostiene órganos como la vejiga y el útero, pero también juega un papel crucial en el placer. Cuando estos músculos están tonificados, las contracciones durante el orgasmo son más intensas y placenteras. Practicar ejercicios de Kegel, que consisten en contraer y relajar los músculos pélvicos como si intentaras detener la orina, unos minutos al día pueden marcar la diferencia.
La estimulación previa hace toda la diferencia
El foreplay es fundamental para aumentar el flujo sanguíneo en la zona genital y hacer que las terminaciones nerviosas sean más sensibles. Tómate tu tiempo cuando se trata de los juegos previos. Entre 15 a 20 minutos de caricias, besos y estimulación del clítoris puede hacer que el orgasmo sea mucho más intenso.
La relajación es un must
El estrés y la ansiedad son los peores enemigos del placer. Si tu mente está en otro lado o sientes presión por “llegar al clímax”, es probable que la intensidad de tu orgasmo se vea comprometida. Intenta respirar profundo, desconéctate del estrés y concéntrate en lo que sientes.
Al final del día, un orgasmo más intenso no es algo de suerte, sino de conocer tu cuerpo y trabajar en lo que necesita. Recuerda que los tres puntos clave para un orgasmo más intenso recaen en fortalecer tu suelo pélvico, una buena estimulación previa y deja el estrés en la puerta.
