¿Quién no fantasea con tener una pareja extraordinaria? Si eres de los afortunados que tiene una pareja así, no me dejarás mentirte, tener una pareja que te encanta tiene muchas cosas lindas. Para empezar, tienes con quien tomarte una foto en un atardecer en la playa mientras tu pareja te toma de la mano, puedes pasarte horas babeando mientras sus hermosos ojos te miran y embelesarte de pasar una tarde mirando Netflix mientras se abrazan. Sin embargo, lo que nadie nos cuenta cuando emprendemos este viaje, es que tener una pareja que nos encanta, además de crear todas estas sensaciones lindas, también da miedo. Este es un tipo de miedo que generalmente no nos gusta reconocer, en general tenemos la creencia de que las emociones que se sienten bien no se pueden mezclar con las que se sienten mal y sin embargo en muchos casos eso es falso, siendo este uno de ellos.
Generalmente cuando alguien nos encanta tenemos dos tipos de miedo que son muy comunes:
Miedo a que me lastimen o me rompan el corazón:
Este miedo es el mas reconocido de los dos, y tiene que ver con la sensación de que en cualquier momento esta relación se puede perder. En general la tendencia que tomamos con este miedo es a buscar certezas de que la relación no se terminará, es por eso por lo que muchas veces presionamos a ser novios, prometidos o incluso casarnos. A veces creemos que una de estas nos hará sentir seguros y confiados de que la relación no se terminará… lo triste es que, sin importar lo que hagamos el miedo no se irá. Es normal que cuando tenemos algo que valoramos, no querramos perderlo, es normal que cuidemos algunas cosas físicas como nuestro coche o nuestra argolla de bodas a sabiendas de que quizás un día las podríamos perder y en este caso, entonces las disfrutamos y valoramos. Si por ejemplo, tuvieras tanto miedo de perder tu argolla de matrimonio que esta estuviera escondida en la bóveda mas segura, entonces probablemente nunca te la pondrías. https://giphy.com/gifs/26AHpVT1TrFsZKGrK
Miedo a no poder o no ser suficiente:
Este miedo tiene mucho que ver con tener una sensación de no ser suficiente para tu pareja, parte de enamorarse es admirar, por lo que es normal mirar hacia arriba a la persona que amamos, y esta admiración viene de la mano de una sensación de ser pequeños y no entender porque una persona tan maravillosa se fijó en nosotros. El problema viene cuando queremos quitarnos este miedo y entonces queremos hacer todo lo posible porque nuestra pareja no nos deje. Entramos en dinámicas de hacer para compensar su existencia en nuestra vida, con esta intensidad podemos pasar de tener detalles apasionados y románticos hacia nuestra pareja a tener una orden de restricción en nuestras manos en un abrir y cerrar de ojos. Las mujeres (u hombres) que en general tienen esta sensación con casi cualquier persona son las que traen la vibra de tener “el vestido en la cajuela” (o el smoking en el caso de los hombres). https://giphy.com/gifs/6Q3M4BIK0lX44 Como podrás ver existe una constante en estos dos miedos, y es que, paradójicamente, cuando queremos quitárnoslos provocamos justo lo que queremos evitar. La valentía es la capacidad de hacer las cosas con todo y miedo, dejando que ese miedo nos cuide, cuando logramos sentir, escuchar y aprender a que es normal en las relaciones tener miedo, podemos ser valientes y tomar riesgos. Es por eso que aprender a ser valiente es tan importante, siendo valientes podemos quedarnos en la relación sin seguridad alguna, entregando y abriendo nuestro corazón, sin garantía de que eso será correspondido, y de este modo, conectar con nuestra pareja… Por: Psicólogo Fabio Valdés Farrugia
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