Tiendes a ‘stalkear’ a tu chico en redes sociales, pero cuando algo no te gusta entras en un ataque de histeria... ¿te suena?
Nos encantan las redes sociales, porque nos mantienen al día, acercan a las personas que a veces no podemos ver tan seguido y, además, pueden ser muy divertidas (Hola, DM sexting). Sin embargo, existe un problema: a veces las tomamos muy en serio, creemos ciegamente en ellas, como si tuvieran la verdad absoluta de la vida y fueran un reflejo exacto de lo que sucede en la vida real. En ellas nos enteramos de compromisos, nacimientos, ascensos laborales y maestrías en el extranjero. También, si nos ponemos curiosas, encontramos a nuestros ex o algún galán que nos gustaba hace mucho. Y si somos aún más fisgonas, nos metemos al muro de nuestro novio “sólo para ver que todo esté en orden”, hasta que gritamos frente al monitor al ver que una chica subió en su muro un “hola”. Entonces, nos adentramos en el perfil de la mujer y nos torturamos con pensamientos como: “Está más bonita que yo”, “es más joven”, “tiene mil fotos de viajes”. Y de esta forma, damos la bienvenida al mundo de los celos virtuales, donde todo se distorsiona, incluso los sentimientos. Nos volvemos expertas en buscar cualquier movimiento sospechoso y aunque sabemos que esta no es una conducta muy adulta que digamos, es común e incluso ha ocasionado varios truenes y corazones rotos. Tan solo en Estados Unidos, Facebook es la razón de uno de cada cinco divorcios, según datos de la American Academy of Matrimonial Lawyers (AAML). Jason y Kelli Krafsky, consejeros matrimoniales, dan en su libro “Facebook And Your Marriage” los escenarios más comunes que ocasionan problemas amorosos:
1. Compartir info en exceso
Tuiteas cada cinco minutos, checas Facebook cada dos minutos y haces check in hasta en el súper; eres la reina de las selfies ¡Está perfecto! Pero cuando empiezas una relación, los expertos recomiendan que hables con tu nueva pareja y establezcan qué piensan compartir online de su noviazgo. ?No porque a uno de ustedes le guste hacer el equivalente en internet de gritar en los techos cuánto se aman, significa que el otro debe sufrirlo?, dicen Jason y Kelli.
2. Fotos taggeadas con ¡la ex!
Se siente horrible andar con alguien que tiene su pasado tan presente. Es cosa de que antes de discutir, lo platiques. Puedes empezar con: “Mi amor, estamos empezando algo muy bonito y siento que sería bueno para ambos hacerlo desde cero. ¿Qué te parece si hacemos un Facebook e Instagram cleaning?”. Si pone cierta resistencia, simplemente pregúntale: "¿Cuál es el propósito de tener esas imágenes en línea?”.
3...o la ex que sigue presente
El problema con Twitter, Facebook, Instagram, Snapchat, etc., etc., etc. es que nadie se acaba yendo de nuestra vida por completo. A diferencia de otros tiempos, donde esa última llamada telefónica nos cortaba la respiración (y el corazón en cachitos), porque sabíamos que era poco probable volver a saber de esa persona que alguna vez amamos, ahora “tronamos” un noviazgo con la posibilidad de tener contacto nuevamente en cualquier momento y ponernos al día con lo que ese ex ha hecho de su vida. “El problema con la tentación es que se trata de un área gris. Podemos engañarnos y decirnos que en realidad no estamos siendo infieles, pero una forma de prevenir que esto suceda es tener reglas claras desde el principio de nuestras relaciones?” recomiendan.