Sexy Feet: Descubre el footjob de ensueño...

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Seguramente pocas veces has empezado el foreplay desde los pies, y no tienes una idea de lo que se pierden. ¿Sabías que puedes enviar señales sensitivas desde esta zona hasta los órganos sexuales?
Los pies son unos clásicos del erotismo, y quienes han integrado estos estímulos en sus repertorios sexuales saben que son una área perfecta para excitar y promover el deseo, esto debido a la extrasensibilidad que hay en ellos. Además, puedes ir desarrollando su habilidad e incluso dar caricias sexuales con los pies; y de una manera tan efectiva como con las manos. Vas a darle una nueva di- mensión a los juegos previos, así que prepara manos, boca... y pies, porque de aquí sales dominando el footjob.

Los must del sexy foot massage

Necesitas aceite de masa- je comestible, y un par de pies... ejem... limpios, al menos pásales una toallita húmeda. Sabemos que seguro traes una pedicura maravillosa, pero ya sabes, ellos no son tan pulcros con sus pies. Y, bueno, especialmente las caricias orales no se deben aplicar si hay presencia de hongos. Sí, suena iu, pero pues de que los hay, los hay.

Dar y recibir

Puedes armar una sesión tipo spa, y parecería que la cosa va a ser bastante inocente; sin embargo, cuando menos lo esperen la excitación estará a mil. No esta- ría mal que tú comenzaras dando el masaje, muéstrale el camino de todo lo que puede sentir.

MASAJE MANUAL, RELAX Y AL BLANCO Llena tus manos muy bien de aceite comestible para masaje, éste puede ser de almendras dulces o de coco (recuerda que debe ser comestible y no cosmético).
Empecemos por las plantas de sus pies. Coloca ambos pulgares en uno de sus talones, une los dedos y, haciendo una ligera presión, sube hasta el arco del pie, lleva a cabo una presión más y eleva hacia el metatarso, o sea, la zona ‘gordita’ debajo del inicio de los dedos. Ahí separa cada uno hacia ambos bordes y regresa hasta el centro del metatarso.
Nuevamente baja los dedos desde el centro del arco hasta los talones. Repite. Es delicioso. TÓCALO DESDE LOS PIES Toda la zona pélvica está casi en el final del talón. Cuando sea tu turno, también serán las zonas que él debe estimular para activar tu clítoris y vagina. Coloca ambos pulgares justo en este punto, referente a toda la pelvis y haz círculos girando un poco los dedos hacia afuera y adentro. Enviarás estímulos super interesantes. Y, de paso, puedes comenzar a deslizar tu lengua por sus dedos, y también a succionar el pulgar del pie.
Gran tip: si tu cabello es largo, deja que acaricie de vez en cuando sus talones, los empeines de los pies y los dedos. ENVÍA MÁS SANGRE A SU PENE Para una erección y excitación perfecta, presiona
con tus pulgares e índices la parte en la que comienzan sus talones y terminan sus tobillos, en esos surcos, don- de está el famoso tendón de Aquiles. Al hacer esa presión favoreces la circulación, y en tanto, tu boca también pue- de dar ciertas caricias en el resto de las plantas o los de- dos, sé creativa. Una vez que hayas dado esos estímulos, activa su co- razón, que ya sabes que es el rey del sistema circulato- rio y de ese modo harás que más sangre llegue a la zona pélvica. No olvides también deslizar tus dedos o lengua por las puntas de sus de- dos, ya que ahí encuentras el estímulo a todas las sus- tancias que su cerebro crea para mantener a tope la dopamina: la necesidad de contacto. También masajea y haz presiones circulares debajo de su dedo gordo, sobre el metatarso, en la que está la zona de la toroi- des, también gran ayudante de la respuesta sexual. Footjobs, estímulos con tus pies Puedes creer que es com- plejo, pero cuando lo hagas verás que es una gran ex- periencia y más simple de lo que crees. Una vez que hayan terminado el masaje, él puede recostarse y sepa- rar ligeramente las piernas. Tú, hazlo de frente a él, de modo que tus nalgas que- den al nalizar sus pies, o entre ellos, dependiendo de sus alturas. Coloca una buena con tus pulgares e índices la parte en la que comienzan sus talones y terminan sus tobillos, en esos surcos, donde está el famoso tendón de Aquiles. Al hacer esa presión favoreces la circulación, y en tanto, tu boca también puede dar ciertas caricias en el resto de las plantas o los dedos, sé creativa.
Una vez que hayas dado esos estímulos, activa su corazón, que ya sabes que es el rey del sistema circulatorio y de ese modo harás que más sangre llegue a la zona pélvica. No olvides también deslizar tus dedos o lengua por las puntas de sus dedos, ya que ahí encuentras el estímulo a todas las sustancias que su cerebro crea para mantener a tope la dopamina: la necesidad de contacto. También masajea y haz presiones circulares debajo de su dedo gordo, sobre el metatarso, en la que está la zona de la tiroides, también gran ayudante de la respuesta sexual.

Footjobs, estímulos con tus pies

Puedes creer que es complejo, pero cuando lo hagas verás que es una gran experiencia y más simple de lo que crees. Una vez que hayan terminado el masaje, él puede recostarse y separar ligeramente las piernas. Tú, hazlo de frente a él, de modo que tus nalgas queden al finalizar sus pies, o entre ellos, dependiendo de sus alturas. Coloca una buena cantidad de aceite de masajes en tus pies, literal, empápalos. Comienza deslizando uno de ellos desde sus tobillos hacia sus muslos, o entrepierna. Sostente con tus antebrazos hacia atrás, como si estuvieras tomando el sol.

Una vez que llegues a su pelvis, desliza un pie poco a poco sobre su ingle (con el tiempo irás teniendo mayor habilidad) y pásalo detrás de su pene, sobre su pubis si su miembro está erecto, si no, puedes levantarlo con tus pies y dar algunas caricias. Una vez erecto y con un pie detrás del mismo, como si fuera un soporte, acerca el otro pie y con éste, sube y baja por el tronco (el otro pie lo está sosteniendo por atrás). Con tu dedo pulgar masajea el glande. Dale a tus piernas los movimientos y posición necesarios con el objetivo de que te sea más cómodo. Casi siempre, la pierna del pie que sostiene el pene debe hacer una escuadra; abriéndose para que el pie se acomode.
PLANTA Y PLANTA Ahora puedes probar masajeando los laterales de su pene con tus plantas pegadas. Debes abrir las piernas y colocarlas en diamante con el n de que estén bien unidas, y con ambas sostenerlo y llevar a cabo un movimiento de arriba hacia abajo. Un gran truco es alejar algo tu pelvis, recorrerte para que la distancia te dé comodidad y tus pies estén libres de presión. Regalo inolvidable, ya que además de la vista de tus piernas tus órganos sexuales estarán expuestos.

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Por Elsy Reyes