¿Temes que un bochornoso accidente se vuelva el protagonista de tu encuentro sexual? Te decimos lo que debes hacer antes de tener sexo anal
El sexo anal ya no es considerado como una práctica tabú en el mundo de la sexualidad, sin embargo, los “accidentes” que pueden ocurrir durante el acto siguen siendo una de las principales preocupaciones para quienes lo practican; vayamos directo al punto, estamos refiriéndonos a la incontinencia fecal. Mucha gente ha declarado haber defecado —de forma involuntaria— mientras tienen relaciones sexuales por el ano, un detalle que ha hecho que muchas personas no se animen a tener sexo anal. Pero ¿qué tan común es este embarazoso accidente y cómo puedes evitarlo?
¿Por qué siento que voy a defecar durante el sexo anal?
La reacción natural del ano cuando es penetrado es la de rechazar; se trata de un reflejo del cuerpo que da la sensación de que estás teniendo incontinencia fecal aunque no sea así. Es completamente normal que sientas que tu recto expulsará algo durante el sexo anal. Sin embargo, hay ocasiones en las que es todo lo contrario y sí se expulsan restos fecales durante la práctica sexual.
Cómo controlar la incontinencia fecal durante el sexo anal
Evitar este natural pero bochornoso accidente es posible si tomas en cuenta algunas prácticas previas al acto sexual:
Evacúa
Evacúa unas horas antes de tener sexo anal, de esta forma limpiarás la zona y será más difícil que algún resto fecal sea el protagonista del acto. Si de plano no tienes ganas de ir al baño antes de tu encuentro, puedes probar con un enema evacuante para vaciar el contenido del tracto colorrectal. Debes tomar en cuenta que las lavativas no deben utilizarse cotidiana y frecuentemente, consulta a tu doctor de cabecera para que te aconseje según sea tu caso.
Limpia la zona
Con ayuda de un jabón antibacterial, asegúrate de limpar tu ano a profundidad, incluyendo la entrada del recto. Puedes apoyarte introduciendo —con cuidado y delicadeza — tu dedo, con el objetivo de eliminar cualquier resto fecal.
Evita comer pesado
Una dieta blanda te ayudará a mejorar tu proceso digestivo. De esta forma, tu sistema se acostumbrará a evacuar en horarios determinados, evitando que te den ganas de defecar durante el acto sexual. Las frutas cocidas y las carnes tiernas y magras, tales como el pescado blanco, los mariscos y las aves de corral, preparados de preferencia al vapor, al horno o asados a la parrilla —sin grasa añadida— son una opción ideal.