El amor muchas veces no dura para siempre, y eso está bien. El problema surge cuando preferimos aferrarnos a una relación, ya sea porque nos sentimos cómodas, porque hay historia o simplemente porque nos da miedo estar solas. Pero, ¿qué pasa cuando por más que nos esforcemos, ya no sientes lo mismo?
Si últimamente te preguntas si sigues enamorada o si tu relación ya no te hace feliz, aquí te dejamos algunas señales que podrían ayudarte a entender que el amor ha cambiado o en el peor de los casos, que ya no está.
Te molesta casi todo lo que hace
Si antes sus manías te parecían adorables y ahora te sacan de quicio, puede ser una señal de que el amor se ha ido. Cuando ya no hay sentimientos fuertes, cualquier detalle que antes ignorabas se convierte en un motivo de frustración.
Prefieres estar sola o con otras personas
Si notas que te emocionas más por salir con amigas, pasar tiempo sola o hacer cualquier otra cosa antes que estar con tu pareja, es momento de preguntarte qué tan feliz eres en la relación.
No te interesa su vida
Antes querías saber cómo le fue en el día, qué opinaba sobre algún tema o simplemente compartían todo. Ahora, te das cuenta de que sus conversaciones te aburren o que ni siquiera te interesa lo que le pase.
Evitas el contacto físico
Si el sexo ya no te atrae, los besos se sienten forzados y los abrazos te incomodan, es posible que la conexión emocional y física haya disminuido o desparecido.
Te imaginas tu vida sin él y te gusta la idea
Pensar en terminar la relación no te genera tristeza ni miedo, sino alivio o incluso emoción. Esa culpa de pensar esto que antes te daba simplemente desapareció.
Discuten todo el tiempo o el otro extremo
Las peleas constantes pueden indicar que hay resentimiento o frustración. Pero, por ilógico que parezca, si dejaron de discutir por completo porque ya no te importa lo suficiente como para pelear, también es una mala señal.
Ya no es tu prioridad
Si sus problemas o su bienestar ya no te importan como antes, puede ser una señal de que el vínculo se ha debilitado o ha desparecido.
Sientes un vacío emocional
A veces, el amor no desaparece con una gran pelea o un evento dramático, sino con la rutina y la desconexión. Si sientes que la relación no te aporta nada y que emocionalmente estás desconectada, puede ser momento de preguntarte si aún vale la pena seguir.
