Seguro que tú -como yo- te has involucrado sentimentalmente con uno o varios narcisistas. Vamos a conversar sobre ello. En mi experiencia, no hay nada más destructivo y perturbador que vincularse con una especie como esta.
Son seres inteligentes, astutos y carismáticos; también son muy atractivos y tienen increíbles habilidades sociales. Poco a poco irán mermando tu confianza y autoestima hasta llegar al punto de no tener fuerza para salir de esa relación. Una de las máximas características de un narcisista es que, casi sin darte cuenta, disminuirá tu percepción de la realidad hasta el punto en el que dudes de ti misma y sientas toda clase de malestares físicos y agotamiento como consecuencia. Suena como ciencia ficción, pero yo ya estuve ahí. ¿Cómo identificar a uno?
POR KIMBERLY ARMENGOL JENSEN
Cómo detectar si tu pareja es narcisista
La primera característica es que son encantadores y al principio de la relación te harán flotar sobre las nubes al más puro estilo de novela shakesperiana. Por supuesto, al comienzo de la relación te harán sentir que eres la mujer perfecta y sobarán tu ego hasta el momento de tenerte entre sus garras.
Los narcisistas son extraordinarios manipuladores y explosivos, siempre necesitan atención, las discusiones con ellos son circulares y siempre (sí, siempre) tú tendrás la culpa de todos los problemas. En el remoto caso de que los acorrales también tú tendrás la culpa de todo lo que ellos hicieron con el clásico: “Tú lo provocaste”. También son controladores, egocéntricos, generan vínculos superficiales (con sus amigos y familiares), generalmente es fácil descubrirlos en mentiras o distorsiones de la realidad y en muchos casos son infieles porque necesitan fans que ensalcen su amor propio; son expertos en actitudes pasivo-agresivas y en hacerte sentir culpable.
¿Cómo salir de ahí?
Dejar la relación con un narcisista es casi tan difícil como dejar una droga, no es fácil desprenderse del vínculo, el daño y la codependencia que generan. Podrás regresar muchas veces con la promesa de que “va a cambiar”, algo que nunca sucederá y solo te hará perder años increíbles de tu vida. ¡Toma nota! Un narci- sista no cambia y te va a cambiar por otra víctima a la primera oportunidad, dejando una estela de destrucción. No te culpes por haber caído en su trampa, recuerda que son encantadores y su abuso y maltrato es gradual. De poco en poquito.
Lamentablemente, quienes tendemos a enredarnos con narcisistas no lo hacemos una vez, se convierte en un patrón de conducta regular donde, al tocar fondo, nos damos cuenta de que el último no fue el único.
El narcisista es una especie de depredador que observa, analiza y ataca. Un narcisista puede destruir tu autoestima y hasta la alegría de vivir. Cuando realizas el recuento de los daños puedes darte cuenta que aquel que casi se sentía con dones paranormales, el que se describía como un intelectual o hasta aquel “ser de luz” que te veía como una foquita aplaudiendo también eran narcisistas.
Cuando veo en retrospectiva aún me sorprende poder haberme escabullido de esa relación, mi percepción de la realidad ya estaba distorsionada y me convertí en la víctima perfecta. Supongo que fue una dosis de supervivencia y la ayuda incondicional de mis hermanos del alma: Joaquín, Ledia y la siamesa Mariana H. ¡Gracias siempre!
Para lograr dejar una relación así se necesita ayuda, ¡y mucha! Apóyate de tu círculo íntimo; habla, habla y habla de lo que sientes para sanar; busca ayuda profesional y, sobre todas las cosas, ten contacto cero con el narcisista. No ignores las red flags, jamás vas a “arreglar” a un narcisista, ni con tu amor, detalles y comprensión. No tienen remedio. Si necesitas una mano, aquí estoy para ti.