Aunque distintas en la ejecución dependiendo del contexto de la relación, en el fondo los manipuladores utilizan las mismas tácticas para envolver a su próxima víctima…
¿Cómo saber cuando estás frente a un manipulador? Aunque es prácticamente imposible saber a primera vista quien podría ser un manipulador, debes saber que sí existen red flags que puedes detectar desde el inicio para no involucrarte en relaciones de las que seguramente saldrás lastimada.
Las personas manipuladoras suelen hacer uso de otras herramientas de control emocional, son encantadores, tienen el don de envolverte fácilmente porque este patrón de comportamiento es aprendido desde la niñez y, aunque suene crudo, siempre está planeado con dolo y anticipación.
Por ello debes ponerte alerta sobre las primeras señales que advierten un caos.
Bromean demasiado
Una de las primeras señales sobre el comportamiento de un manipulador es que basan la comunicación en bromas sobre ti, tus gustos, tu apariencia e incluso tus amigos o familia, es decir, cuando un manipulador quiere minimizarte iniciará socavando tu confianza con bromas sobre ti y las cosas que te importan.
Aunque al principio no parece malintencionado, a la larga este comportamiento terminará mermando tu autoestima y buscarás su aprobación en todo momento al costo que sea.
Comparaciones innecesarias
Los manipuladores tienen la habilidad especial de hacer comparaciones sutiles, pero dolorosas, es decir, siempre encontrarán la manera de hacerte sentir por debajo de sus exparejas como indicio de que sus estándares son mucho más altos y deberías estar agradecida porque, a pesar de eso, te eligieron a ti.
Para hacerle frente a este comportamiento necesitas tener claro quien eres y lo que mereces.
Invasivo
Los manipuladores suelen rebasar constantemente la línea entre lo privado y lo compartido, es decir, iniciará como una forma exacerbada de atención, todo el tiempo querrá saber dónde y con quién estás de formas muy amigables como síntomas de atención e interés, sin embargo, esa atención escalará en algún momento hasta ser asfixiante.
Culpan a otras personas
Si en su vida cotidiana algo sale mal siempre culparán a otra persona, por ejemplo, si en algún momento hay un error en su trabajo del cual él es responsable inmediatamente encontrará la forma de responsabilizar a otras personas sobre la parte que le corresponde.
Trasladar ese comportamiento al contexto de pareja es sumamente fácil porque para las personas manipuladoras siempre serás tú quien tenga la culpa de los desacuerdos y te convencerán de cambiar tú para que todo fluya, sin embargo, solamente buscan ejercer dominio emocional.
Involucran a otras personas
Si notas que con frecuencia trae a la conversación la opinión de terceras personas para reforzar sus puntos de vista, es muy probable que te encuentres ante un manipulador nato. Particularmente si tú no pediste la opinión de una tercera persona y casualmente, esa opinión viene de alguien a quien él tiene admiración, por ejemplo, sus padres o amigos.
Aunque es complicado notar este patrón de comportamientos porque suelen ser muy sutiles, es importante que siempre estés alerta y te alejes cuando notes que estás siendo manipulada.