¿Qué cambios o alteraciones físicas podrían indicarte que necesitas visitar a tu ginecólogo?
Cuando te informas demasiado sobre tu salud sexual puede llegar a agobiarte cualquier cosita o cambio que sientas en tu vulva... Incluso si no está pasando nada, ¿te suena? Decidimos hablar con la ginecóloga de la marca Saba para aprender a detectar las red flags que te indican cuándo SÍ es momento de tomar cartas en el asunto... Y obvio sin saltar tus visitas rutinarias.
¿Cuándo visitar a tu ginecólogo?
Principalmente si tu un ciclo menstrual es irregular: la menstruación debe presentarse cada mes y durar de 3-7 días. Si hay algún desfase en este periodo lo recomendable es acudir a revisión. También si presentas algún síntoma vaginal como flujo de color amarillo verdoso, mal olor (como si oliera a pescado), comezón, ardor al orinar y/o molestias en las relaciones sexuales.
¿Qué sensaciones o cambios no físicos podrían ser una señal de que algo no anda bien?
Una alteración en la menstruación, más días, más cantidad de sangrado y/o más dolor. Básicos para cuidar tu salud sexual: uso de toallitas humedas después de cada relación sexual para limpiar la zona vulvar y uso de jabón íntimo en el baño diario para mantener el pH adecuado vaginal. ¿Qué consecuencias podría tener no tomar cartas en el asunto con los puntos anteriores? No tener salud ginecológica, cualquier infección puede avanzar y ascender al útero y la pared pélvica, originando enfermedad pélvica inflamatoria que es una patología muy delicada y amerita tratamiento hospitalario.
¿Las ITS solo se pueden contraer con contacto entre órganos sexuales?
Generalmente se contraen por contacto sexual, sexo vaginal, anal u oral. Algunas de estas infecciones pueden transmitirse de la madre al hijo durante el embarazo o parto. Y ahora, si te preguntas ¿un condón puede prevenir el punto anterior? La respuesta de la experta es la siguiente: los condones son el método de barrera más común utilizado para prevenir las ITS, así como embarazos. Si bien el uso de un preservativo no brindará una protección completa, siempre es una buena idea utilizar uno, especialmente si no conoces el pasado sexual de tu pareja. El hablar de manera honesta sobre el número de parejas sexuales que se ha tenido, tener un control laboratorial de ITS, así mismo llevar una relación monógama y hacer uso de las vacunas como la vacuna para VPH virus del papiloma humano, podría generar mayor protección tanto para ti como para tu pareja, así que no lo eches en saco roto y antes de tener que salir corriendo al ginecólogo por alguna de estas red flags, cuídate y habla con honestidad.
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