Cuando pensamos en una vida sexual plena, lo más común es que lo asociemos con tener una pareja estable. Desde siempre, la sociedad nos ha hecho creer que el placer depende de compartir la intimidad con alguien más. Pero la verdad es que nuestra sexualidad es algo personal, por lo que no necesariamente debe haber otra persona involucrada para que tú puedas fortalecer la conexión entre tu cuerpo y el deseo.
Para realmente disfrutar con plenitud del placer ya sea sola o en pareja, es fundamental tener claro lo que nos gusta, y para esto ayuda mucho la autoexploración. La masturbación, no solo es una práctica completamente natural, sino que también tiene beneficios que van mucho más allá del placer, desde reducir el estrés, hasta mejorar el sueño. Conocerse en este sentido también permite que, en caso de estar con alguien en el futuro, la experiencia sea más plena porque ya sabemos lo que queremos y lo que no.
Por otro lado, la sexualidad no se limita solo a un tipo de acto sexual. Hay muchas formas de vivir y experimentar el deseo sin depender de una pareja. Leer libros eróticos, ver contenido sensual o simplemente permitirte fantasear son maneras de conectar con tu lado más íntimo.
También existe la opción de explorar el placer con juguetes sexuales, ya que hoy en día hay una gran variedad de opciones que se pueden adaptar a tus intereses. Además, el deseo no siempre tiene que ser físico, hay prácticas como el yoga, la danza o incluso la meditación que pueden ayudar a despertar la sensualidad y mejorar la relación con nuestro cuerpo.
Al final del día, es bueno tomar en cuenta que una vida sexual plena gira solo en torno a alcanzar orgasmos, si no de sentirte bien con tu cuerpo, con tus deseos y con la forma en la que eliges experimentar tu propia sensualidad.
