La confianza en sí misma y el amor propio son fundamentales para el bienestar emocional, pero ¿qué pasa cuando ese amor trasciende lo emocional y se convierte en atracción sexual? Aunque pueda sonar curioso, sí, es posible sentirse atraída por una misma, y este fenómeno se llama autosexualidad.
La autosexualidad no se trata solo de disfrutar de la masturbación, sino de encontrar excitación en nuestra imagen, gestos o presencia. Es esa sensación cuando te ves en el espejo y piensas “me veo increíblemente sexy” o cuando ciertos movimientos y actitudes te hacen sentir deseable. No implica que no puedas sentir atracción por otras personas, sino que tu propio cuerpo y energía pueden ser una fuente de deseo por sí mismos.
La autosexualidad puede estar influenciada por varios factores. Tener una autoestima alta y confianza en el propio cuerpo puede hacer que te percibas como atractiva y excitante. También, la exploración personal y el autoconocimiento pueden despertar esta atracción. Algunas personas incluyen su propia imagen en sus fantasías o encuentran placer en verse reflejadas. Incluso la neurociencia sugiere que el placer propio está relacionado con la liberación de dopamina, la hormona del placer y la recompensa.
A pesar de que parece ser algo muy extraño, es más común de lo que se piensa. Un estudio de la Universidad de Essex encontró que la sexualidad es más fluida de lo que solemos creer, y la autosexualidad podría ser una manifestación más de esta diversidad. Algunas personas se identifican como exclusivamente autosexuales, mientras que otras pueden sentir atracción tanto por sí mismas como por otras personas. No hay una sola forma correcta de vivir la sexualidad, y lo importante es lo que te haga sentir bien.
En resumen, sí es posible sentirse atraída sexualmente por una misma, y lejos de ser algo extraño, puede ser una expresión de amor propio y confianza. Sentirte sexy, disfrutar de tu cuerpo y encontrar placer en tu propia presencia es una señal de una relación sana contigo misma.