Si se trata de masturbación, es algo completamente natural que muchas personas disfrutan y sirve como forma de conocerse mejor y explorar el placer. Pero no todas tienen la misma experiencia. Hay quienes no logran sentir placer de esto, lo cual puede llegar a ser frustrante. Si alguna vez te has sentido así, no estás sola, y aquí te dejamos las causas más comunes por las que te podría estar pasando esto.
Falta de conexión con tu cuerpo
El estrés, la ansiedad o simplemente no sentirte en sintonía contigo misma pueden afectar el disfrute. Si no estás relajada o emocionalmente presente, es más difícil experimentar placer.
Expectativas irreales
Es común tener ideas equivocadas sobre cómo “debería” sentirse la masturbación, gracias a las redes sociales o lo que vemos en películas. Estas expectativas pueden generar frustración si no sientes lo que crees que “deberías”.
Cambios hormonales
Tu ciclo menstrual, embarazo, lactancia o incluso la menopausia pueden jugar un papel importante en tu libido y respuesta sexual. En estos casos, la falta de placer puede ser un reflejo de esos cambios naturales en tu cuerpo.
Condiciones físicas o de salud
Problemas como el vaginismo, infecciones o desequilibrios hormonales pueden dificultar que sientas placer. A veces, la sensibilidad en ciertas zonas se ve afectada por razones médicas que no siempre son evidentes.
Técnicas incorrectas
El placer no siempre surge espontáneamente. Muchas veces, es cuestión de explorar qué funciona para ti. Quizá necesites probar diferentes caricias, usar un lubricante o incluso experimentar con juguetes sexuales para encontrar lo que te haga sentir bien.
Bloqueos emocionales o psicológicos
Creencias negativas sobre la sexualidad, culpa o miedo pueden influir mucho en tu capacidad de disfrutar. Si creciste en un entorno donde la masturbación era un tabú, es posible que esto haya afectado tu relación con tu cuerpo.
Al final del día, no sentir placer al masturbarte no significa que haya algo malo contigo. Cada cuerpo es único, y el camino al disfrute puede tomar tiempo y autodescubrimiento. Lo más importante es que te permitas explorar sin juicios, con paciencia y mucho amor propio.