¡Lo sabemos! en ocasiones tanto estrés del viaje y los planes, los cambios de clima y hasta la mala suerte pueden echar a la basura todo lo erótico de un lugar.
- QUE NO TE CAIGA LA RACHA ANTISEXY
La típica infección vaginal inoportuna. Parece que tu Venus adivina y quiere sabotear tus infinitos encuentros sexuales de vacaciones. Prepárate. DÍAS PREVIOS CONSUME probióticos (que en realidad deberías hacerlo siempre), pero al menos un par de semanas antes de tu escapada toma una buena marca que contenga millones de estos maravillosos amigos para fortalecer tu ora vaginal. También hay los que se colocan vía vaginal. Pregúntale a tu ginecólogo. Si te dio y ya no se puede hacer nada, tal vez por exceso de actividad sexual o no cuidar la lubricación, irritación o porque los microorganismos ya hicieron esta en tu Venus, tranquila. Tendrás que dejar el sexo por unos tres a cinco días, así que no olvides empacar óvulos antimicóticos para sentir alivio pronto. Lava bien con un shampoo con ácido láctico (otro hábito que debes tener siempre) y mantén la zona seca y sin ropa apretada. Así que relájate que tienes todo un cuerpo para disfrutar y hay mucho más que hacer; no todo es penetración, querida.
- ¡QUE NO ME BAJE EN EL VIAJE!
Planear las vacaciones y que no te vaya a tocar estar en plenos días no siempre es fácil, pero si tienes al menos un mes para prepararte, ya la hiciste. 30 días previos a irte, comienza un régimen anticonceptivo, ya sean píldoras, el parche, el anillo o el que tu médico te ayude a elegir con base en tu estilo de vida. La idea es que no lo interrumpas. Es decir, no tomes los días de descanso o placebos (las pastillas de otro color) de tu blíster y, al terminar las pastillas activas, comenzar la siguiente caja. O bien, al retirar el tercer parche de la caja, colocarte el primero de la siguiente. La cosa es no darle chance a tu cuerpo de ovular y, por lo tanto, no menstruar. De hecho, cuando usas un anticonceptivo hormonal de manera regular, los días de sangrado no son menstruación, sino una deprivación por la interrupción de la hormona. Si no la interrumpes, no lo habrá. Simple, sencillo y bastante seguro.