La fiesta terminó y el chico con el que bailaste todo el tiempo te invita a pasar la noche con él, pero apenas se conocen y la duda se apodera de ti. ¿Ir o no a la cama juntos?
En una fiesta puede ocurrir de todo, desde que hagas nuevos amigos, que te reencuentres con otros que hacía tiempo no veías, que te mires frente a frente con el amor o hasta conocer al hombre que te encanta pero con el que solo puedes pasar una noche, y esa noche es justo después de esta reunión. Si nunca antes lo has hecho, tal vez no te sientas tan cómoda al momento de tomar la decisión porque hay muchas cosas en juego; quizá te preguntes si estás o no haciendo lo correcto, cómo te sentirás después o si puedes confiar en él y pones sobre la mesa muchos riesgos a los que puedes estar expuesta. Si haces este alto con miras a que te ocurra, esto es lo que tienes que tomar en consideración.
Lo que pienses es tu guía
Algunas de tus amigas o conocidas te hablarán de sus experiencias buscando impulsarte a hacerlo, otras más te dirán que eres una anticuada o se burlarán de ti, pero al final del día lo importante es lo que tú quieras hacer. La psicóloga Rosario Peña, de la Universidad La Salle, explica que cuando actúas por iniciativa de otros, lo más seguro es que termines sintiéndote mal y reprochando tus acciones, “porque no te has dado tiempo de reflexionarlo y analizar si es lo que realmente quieres y si estás lista para dar ese paso. Te preguntarás si valió la pena y la respuesta tal vez no te deje tranquila”. Y agrega que no es una decisión que solo se ligue a un aspecto emocional o moral: tiene que ver con tu seguridad, ya que conocer a un chico solo por unas horas, en un ambiente que solo muestra lo mejor de cada uno y no deja espacio para descubrir sus hábitos más íntimos, su forma de ser y de lo que son o no capaces, no se convierte en la mejor carta de presentación de ninguno. Tu seguridad es lo más importante y con ello nos referimos a que debes buscar que tu bienestar esté por encima de todo: no te arriesgues a que te lastimen ni física ni emocionalmente, que tu decisión no traiga consigo consecuencias a corto y largo plazo y, sobre todo, que lo que tú optes por hacer esa noche se convierta en algo inolvidable, pero de forma positiva, y no de lo que tengas que arrepentirte por el resto de tus días o –por lo menos– durante un largo periodo. “La decisión de pasar o no la noche con un chico que acabas de conocer, debe venir de ti una vez que hayas explorado todos los panoramas a los que te puedes enfrentar y luego de asegurarte de que no corres riesgos. Si con certeza puedes decir: ‘Sí, quiero hacerlo y estoy preparada’, da un paso al frente”, aconseja la experta.
¿Decidiste que sí? Entonces ¡cuídate!
Asegúrate de que alguien de tu confianza sepa a dónde y con quién vas, no tienes que dar detalles si no quieres. Si desde que lo ves crees que algo puede pasar, mide especialmente cuánto bebes y qué consumes. No pierdas la consciencia. Por más eufóricos que estén, nunca digas: “Just do it!”. Protección ante todo: si él no va preparado, dile que hagan una parada para conseguir preservativos. Siempre asegúrate de dos cosas: traer dinero suficiente en la bolsa para moverte por tus propios medios si no te sientes cómoda y tu celular debe tener suficiente batería por si necesitas ayuda de alguien de tu familia. Pídele a tus amigos que te acompañan que si ven algo raro en el chico en cuestión, te lo haga saber y, en todo caso, impidan que te vayas.
A poner en la balanza
No conoces sus hábitos sexuales: ¿es promiscuo?, ¿está sano...? Él te dirá la respuesta que quieres escuchar, pero la verdad tardará en saberse. ¿Conocerá el principio de que los caballeros no tienen memoria? Una indiscreción puede ponerte en boca de todos y no solo por lo maravillosa que eres en la cama. Tú te conoces bien, ¿estás segura de que será un free y lo olvidarás tan pronto salgas de su cama o querrás darle vida a algo que no está destinado a prosperar? ¿Bebiste de más? Tal vez no sea una buena opción arriesgarte, no serás dueña por completo de tus acciones y podrías estar en un grave peligro.