El self-love está al alza… y te mereces uno de primer nivel. Te damos las mejores ideas para consentirte este San Valentín
Sí, el marketing de San Valentín ha sido odiado y criticado por décadas: Un día creado para comprar chocolates y rosas a infladísimos precios. ¿Flores? Como diría nuestra pastora Miley Cyrus, “yo me las puedo comprar solita” y sin que me vean la cara. Chica Cosmo, la movida más estratégica para demostrarte lo mucho que te amas es darte un modesto lujo muy adhoc a la festividad -sin que sea forzosamente rojo, rosa o en forma de corazón, pero que cueste lo mismo en cualquier otro día del año. Por DAFNE RUIZ
También lee: La sombría historia detrás del origen del Día de San Valentín
5 regalos de San Valentín para demostrarte lo mucho que te amas -y que ya sabes invertir-
El brindis más chic
No necesitas tomar un champagne rosé para que sientas que te estás tratando como una reina. Si todavía no conoces Whispering Angel, este 14 de febrero es la perfecta ocasión para que lo hagas. Su manifiesto conocido como el “Renacimiento del Rosé” nos ha permitir disfrutar del rosado top a nivel mundial gracias a sus innovadoras técnicas de vinificación en la región de Provenza. Te espera una celebración con tus amigas… aunque para nada sean unas angelitos.
También lee: ¿Por qué estar soltera en San Valentín no debería afectarte?
Ver esta publicación en Instagram
Ver esta publicación en Instagram
Diseñador en tu casa
Seguramente dominas que las fragancias de Tom Ford son exquisitas y carí$imas, sin embargo lo valen. En caso de que sea too much y no estés dispuesta a sacrificar tu Starbucks diario por uno o dos meses, entonces opta por adquirir una de las velas con los aromas de los eau de parfum del guapísimo diseñador. Encuentras los tres más famosos: Lost Cherry (ambarado floral), Rose Prick (bouquet de rosas) y Fucking Fabulous (cálida picante) de venta en El Palacio de Hierro aquí. Te interesa: La trágica historia de Cupido, el dios griego que inspiró el 14 de febrero
Ver esta publicación en Instagram
Shine bright like a diamond
Con mucha clase, obvio. Dale un upgrade a tus tesoros, como mi hermana y yo les decimos a las joyas. No existe mejor palabra para describirlos, pues representan una buena inversión, así como la manera de reconocer que brillas de mil formas. Muy a la Samantha Jones: Parte de la satisfacción de ver tu reflejo en un anillo es que fuiste tú quien lo compró. Los aretes Olive Leaf de la colección de Paloma Picasso para Tiffany son LA opción. O si quieres dar el gran salto, apuesta por los collares que escogió Jenna Ortega.
Ver esta publicación en Instagram
Interior que roba el aliento
Otra muy buena inversión es el underwear, por favor grábatelo ya. Como lo dijo Isla Fisher en Loca por las compras: “Oh, la ropa interior es un derecho humano”. No solo tiene que verse linda, su material debe de ser de ca-li-dad. A mí me encanta Agent Provocateur; su propuesta es sexy (duh), atrevida-traviesa, pero siempre elegante. La primera vez que me puse panties de AP me sentí soñada y poderosa. Los modelitos que tengo los uso para ocasiones especiales como una cita o para una junta de nuevos negocios.
Ver esta publicación en Instagram
Ver esta publicación en Instagram
Back to basics… pero en versión premium
En los vibradores también hay niveles. En caso de que tengas uno medio -o bastante- chafa, reemplázalo por uno top. ¡Tu vulva y vagina se lo merecen! El Elise 2 de Lelo es uno de los más vendidos y, aunque no es nuevo, ha seducido a miles de mujeres por su doble potencia y ocho modos de intensidad que te dejarán las piernas temblando. Aprovecha porque tiene el 50% de descuento en su página para que pases un San Valentín orgásmico (y por fin tengas un juguete digno de tu placer).
Ver esta publicación en Instagram
Sigue leyendo
Planes anti San Valentín para las que odiamos el 14 de febrero Cómo activar el ‘modo San Valentín’ en WhatsApp ¿Por qué los hombres odian el día de San Valentín? 5 efectos afrodisiacos del chocolate: la golosina favorita de San Valentín 10 formas de aprovechar a tu cuerpo y mente este San Valentín