Normalmente, a más de una nos ha cruzado en la cabeza la idea de volver con algún ex. A veces, los recuerdos de lo “bueno” nos hace pensar que esta vez será diferente, pero también está el miedo de repetir los mismos errores. Por lo que seguramente te has preguntado, ¿es posible tener una relación sana con alguien del pasado? La respuesta no es tan sencilla como nos gustaría, ya que dependen muchos factores.
Cuando ambos han crecido y han trabajado en los problemas que los separaron, la historia puede tener un mejor desarrollo. Si la relación terminó por falta de comunicación, diferencias de madurez o circunstancias externas, pero ahora ambos han cambiado, puede existir una base más sólida para un nuevo intento. A veces, el tiempo y la distancia ayudan a ver las cosas desde otra perspectiva y a entender qué se necesita para hacer que funcione.
Pero siendo honestas, no siempre vale la pena regresar. Si hubo celos excesivos, manipulación, infidelidades o falta de compromiso, lo más probable es que esas dinámicas vuelvan a repetirse. También es importante preguntarse si el deseo de volver nace del amor o simplemente de la costumbre y el miedo a la soledad. Extrañar a alguien no significa que sea la persona correcta para ti.
Si las razones que los separaron siguen sin resolverse, solo alargarán lo inevitable. No importa cuánto amor hay si siguen sin compartir valores o si los mismos problemas siguen sin resolverse. Antes de tomar una decisión, es importante reflexionar si este regreso realmente traerá felicidad o si solo es una forma de aferrarse al pasado.
En resumen, una segunda oportunidad solo será sana si ambas partes han cambiado y si hay una verdadera intención de hacer las cosas mejor. Pero si todo sigue igual, lo mejor que puedes hacer por ti misma es seguir adelante y empezar el contacto cero.