Quise vender mis panties online y todo esto aprendí

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Vaya que este negocio parece sexy, pero es bastante rudo

Hace un año leí sobre pantydeal.com, el sitio más popular para vender panties usados. Sí, esos que, por petición de un comprador, las chicas se ponen durante días o semanas hasta conseguir que su arôme naturel quede fuertemente impregnado en ellos. La idea me parecía un castigo, así como un riesgo de higiene; algo que solo podría permitirse en el apocalipsis zombie (y obvio los voltearíamos después de la primera o segunda noche). Entonces, ¿cuánto tiempo podría aguantar con la misma ropa interior? Por suerte, nunca tuve que pasar por aquel calvario. Una parte de mí quería vivir la experiencia completa y salir victoriosa, sobre todo después de haber pagado una membresía de 28 dólares. ¡Era lógico que quisiera recuperar la “inversión” y por supuesto obtener una ganancia! Dejando a un lado lo que tuve que desembolsar, vender tus panties en línea es un trabajo tan difícil como varios, que te demanda mucho tiempo y esfuerzo, pero además, que no necesariamente disfrutas, pues como bien decimos en México, “te toca aguantar vara” y mis respetos a las chicas que siguen en esta chamba.

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Foto: Dafne Ruiz

Si en algún momento cruzó por tu cabeza incursionar en este negocio por creer que sería re-ga-la-do, lamento destruir la ilusión. Aunque seas buena publirrelacionista (como yo) o una master en ventas por catálogo, créeme, se parece en nada a esa reunión que organizas en tu casa para llenar a amigas/conocidas/mamás de productos de catálogo de multinivel. Hay que aceptar que los retos van más allá de las demostraciones y de perseguir el pago. Sí, por lo que platiqué con un par de “colegas” temporales, que un cliente haya accedido a comprar no es garantía. Ese es el primer problema al que una se enfrenta, la falta de seriedad o compromiso. Entiendo que los consumidores no quieren adquirir los panties de cualquiera, pero luego de largas charlas para conocerte y establecer un “vínculo”, la venta simplemente no se efectúa. El requisito implícito de este side job debe ser la tolerancia a la frustración. Tremendo coraje hacer labor de convencimiento con uno, cual pulpo contestarle a otros dudes (Las compañías de celulares deberían de llamar a muchas usuarias de Pantydeal por la velocidad en el tiempo de respuesta) y al final terminar con las manos vacías. https://giphy.com/gifs/redneckisland-cmt-redneck-island-l2R06y4LlDGa42EPm El “consuelo” radica en que vender panties ha dejado de ser la única fuente de ingresos en ese portal. También se puede lucrar con fotos, videos cortos, llamadas (como si fuera una hotline) y shows por webcam. Oh, sí, ampliar tu cartera de servicios o productos, así como el 360 es lo de hoy. De esta manera, las tangas, bragas o cacheteros utilizados en parte de esos materiales podrían cobrar mayor valor o por fin interés. Sin embargo, mismo o peor caso, la transacción se complica con las peticiones, por lo general muy gross o que rayan en transformarte en una pornstar o dominatrix. Incluso aparecen algunas acompañadas de “te invito a que te suscribas a mi canal de Youtube”. LOL

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Foto: Dafne Ruiz

Antes de entrar en detalles, ofreceré una disculpa anticipada y un spoiler alert: Si estuviste a punto de vomitar cuando leías El Perfume de Patrick Suskind, sáltate este párrafo. O sea, jamás podré igualar su nivel de descripción, pero me bastarán unas simples palabras para provocarte náuseas, ¿ok? Vale, si sigues aquí (qué valiente, eh) déjame compartir que hay unas solicitudes más sucias que otras. Si bien las tradicionales implican el típico sudor o flujo, te pueden pedir otros tipos de manchas, incluso anales. Ajá. Cero glamour. Para variar, no solo se lidia con el cliente sino con la competencia. Hay mucha, demasiada diría yo. Se nota quiénes llevan más tiempo en esto, ¡sus estrategias de marketing no mienten! Me sentía refresco Lulú contra Coca-Cola (original, sin azúcar, light -mi favorita-, con café). La novedad es pasajera, y el boost de ser la nueva chica no da para tanto. La antigüedad y reputación cuentan bastante pues te conviertes en una marca y la calidad importa. Muchos usuarios han aprovechado esa situación para hacer sus propios tratos: “Te doy cinco estrellas si (propuesta indecorosa)”. Las reseñas o evaluaciones, como cuando te califican en apps de transporte o buscas comprar algo en línea, pesan. https://giphy.com/gifs/panties-tHi1ewbb6KI48 Al igual que en cualquier emprendimiento, el factor que tampoco se puede ignorar es el precio a fijar. Es cierto que puedes ganar hasta 150 dólares por panty, pero tienes que comenzar desde abajo. Tremenda -y humillante- sorpresa me llevé cuando me ofrecieron 10 dólares (¡diez!). Por Dios, las panties nuevas que compro cuestan a veces lo doble. Para que de verdad se tradujera en una mina de otro tendría que comprar al mayoreo y no creo que muchos se resistan por básicos de supermercado. Si a eso se le suma la comisión y los gastos de envío, pues… los números no son alentadores. Ni modo, fracasé como vendedora de panties. Que caigan las nalgadas. :P