La química de tu romance

La química de tu romance

¿Estás programada para una relación que arde a fuego lento o eres de esas chicas que nacieron para las relaciones explosivas? ¿Cuál es tu tipo de química? Averígualo aquí

¿Estás programada para una relación que arde a fuego lento o eres de esas chicas que nacieron para las relaciones explosivas? ¿Cuál es tu tipo de química? Averígualo aquí.

Si estás con ánimo de generalizar sobre las relaciones de pareja, posiblemente coincidas en que sólo existen dos tipos. Primero está el modelo confiable que avanza lentamente; si fuéramos a compararlo con un auto, diríamos que se parece a un sedán familiar. El segundo modelo, que avanza a gran velocidad, quemando llantas a su paso y dejando a todos los que se encuentran dentro sin aliento, sería algo así como un auto de carreras.

Por supuesto, no todos queremos un sedán familiar, al igual que a otros les puede aterrorizar la idea de tener que conducir un auto deportivo a gran velocidad por las transitadas calles de una ciudad. ¿Para qué tipo de relación estás hecha tú?

Estas dos amigas tienen relaciones que ejemplifican la diferencia. Ana, una chica de 32 años que da clases de teatro, es el tipo de mujer que necesita expresar sus sentimientos. Vive con su novio hace un año y medio y califica su relación de sumamente volátil. Los dos son volubles, celosos y apasionados, y todos saben que no tienen ningún problema en pelearse a gritos en un restaurante frente a amigos y desconocidos, para después hacer las paces con una sesión maratónica de sexo. “Es como si nos prendiéramos una mecha el uno al otro, tanto para lo positivo como para lo negativo”, comenta Ana, y admite que aunque los constantes cambios de estado de ánimo y las interminables preguntas de '¿qué quisiste decir con eso?’ a veces resultan agotadores, nunca había logrado tanta intimidad y cercanía emocional con un hombre, como tampoco había tenido relaciones sexuales tan hot y atrevidas.

Su amiga Isabel, una doctora de 34 años, es una chica tranquila y diplomática, de hablar pausado. Isabel y el que es su novio desde hace siete años meditan mucho antes de tomar una decisión. (Les tomó cuatro meses darse el primer beso y cinco años mudarse juntos, por ejemplo). Disfrutan mucho las veladas relajadas en casa, cocinando entre los dos. Los domingos por la mañanase despiertan tarde y se quedan horas conversando en la cama. Casi nunca discuten y se sienten cómodos y dichosos en su relación.

Tanto Ana como Isabel están contentas; sin embargo, una podría observar la relación de la otra y pensar: '¡Gracias a Dios que esa no soy yo!’

RELACIÓN A FUEGO LENTO

Definición: Por lo general, son relaciones estables, armoniosas y discretas. Como individuos, ambos son relajados y asumen una actitud positiva ante la vida (todo les parece bien). Tienden a tomarse su tiempo para conocerse mutuamente y no se apresuran a mudarse juntos ni a comprometerse para casarse. Rara vez sienten celos, casi nunca se pelean, y prefieren tener sexo lento y tierno. “En este tipo de relación puede haber otras cosas emocionantes y atractivas que la pareja comparte, pero el énfasis se aleja del sexo apasionado y las peleas tormentosas”, señala Tertia Myers, una sicóloga clínica que suele conducir talleres y sesiones de terapia de grupo. “Estas parejas pueden encontrar que el estímulo intelectual y el desarrollo emocional son más importantes que el sexo explosivo”.

Los pros: Se trata de un tipo de relación poco estresante. Sus integrantes pueden compartir la vida sin desgastarse innecesariamente en discusiones. “Este tipo de pareja transmite una gran sensación de seguridad y estabilidad”, añade Myers. “Además, sus miembros suelen tomar en consideración los sentimientos del otro y saben manejar las situaciones difíciles que surgen”.

Los contras: Si este es tu tipo de relación, tú o él pudieran perderse una parte esencial de su desarrollo como individuos, añota Reyhana Seedat, sicóloga clínica y terapeuta de parejas. Si la pareja es aparentemente armoniosa, pero uno de los dos se está tragando los sentimientos de culpa o agresividad, o se mantiene en la relación por un sinfín de razones erróneas, puede que termine por dejar de lidiar con una serie de asuntos vitales. “Y puede también que no se divierta mucho”, agrega Myers. “Reprimir sentimientos difíciles quizás aniquile lentamente el deseo sexual, lo que conduce a una relación muerta”.

¿Es para ti? “Una relación a fuego lento es para aquellos que pueden enfrentar los conflictos de forma serena”, anota Seedat. “Casi siempre la forman personas que vienen de hogares estables, han aprendido a manejar los conflictos o han vivido experiencias que les han ayudado a crecer”. Myers, por el contrario, cree que no existe una respuesta clara sobre qué tipo de relación es ideal para cada persona. “Se trata, básicamente, de lo que funciona para cada pareja y de si se sienten satisfecho con la unión”, dice.

RELACIÓN EXPLOSIVA

Definición: ¡Cuidado! ¡Material altamente inflamable! Lo más probable es que se enamoren de repente, se vayan a vivir juntos al poco tiempo y discutan mucho. Tomando decisiones, son rápidos y nada cautelosos. Este es el tipo de pareja temperamental, que tiene peleas frecuentes motivadas por los celos y sexo salvaje. “En estas relaciones se suele enfatizar el sexo y el desempeño sexual”, explica Myers. “El sexo reemplaza la intimidad que encontramos en la forma tierna de hacer el amor que distingue a la pareja de fuego lento”.

Los pros: “Cuando una relación está cargada de energía, pero no es demasiado extrema, ambas personas pueden entusiasmarse con lo impredecible de su unión”, explica Myers. La relación puede parecer una aventura constante, en ciertos momentos desconcertante, pero sumamente excitante. Por lo general, las peleas apasionadas conducirán a sesiones de sexo largo y acalorado. “La lucha de poder tiene una razón de existir: sanar”, anota Seedat. “Este tipo de relación te mantiene en contacto con tus emociones, algo que puede ser tanto constructivo como liberador”.

Los contras: La relación puede tornarse enfermiza y poco saludable a nivel emocional. “Existe la tendencia a buscar evidencias del amor del otro mediante muestras de celos y posesividad”, anota Myers. “Y es muy fácil entrar en un ciclo destructivo de discusiones sin sentido, donde se vuelven a tocar los mismos temas una y otra vez”, advierte Seedat. Si la reconciliación tras una pelea fue buena, se te puede olvidar por qué razón estaban discutiendo hasta que de nuevo se repitan las circunstancias que los llevaron a pelear. Y si no aprenden a lidiar con los problemas, el ciclo de batallas continuará interminablemente. Para romperlo, necesitan ver cada pelea como una oportunidad de crecimiento.

“La montaña rusa emocional puede convertirse en algo agotador y difícil de tolerar”, agrega Myers. Si estás en una relación explosiva, quizás llegues a experimentar momentos de depresión aguda y hasta tener pensamientos destructivos cuando tu pareja te ignore o rechace. “En casos extremos, puede haber intentos de suicidio o ruptura cuando uno de los dos se sienta incapaz demantener el ritmo”, alerta Myers.

¿Es para ti? ¿Sientes que eres capaz de manejarla? ¿Crees que los pros pesan más que los contras? Se necesita mucha energía, resistencia emocional y capacidad para perdornar. “Pero al final, eligirás lo que funcione mejor para ti la mayor parte del tiempo”, dice Myers.

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