Algo que hemos visto en miles de series y películas, es más común de lo que piensas. Pero tranquila, en caso de que te llegue a pasar, no es el fin del mundo ni algo que no puedas solucionar. Es por eso que aquí te dejo qué hacer si te pasa.
Primero, hay varias razones por las que esto puede pasar, ya sea que el condón era más grande de lo necesario, la lubricación no era suficiente o simplemente la erección terminó antes de tiempo y el condón no quedó en su lugar. Sea cual sea la razón, lo importante es actuar con cuidado.
Si notas que algo no está bien, respira profundo, no dejes que el pánico tome las riendas. Comienza por lavar bien tus manos, luego encuentra un lugar tranquilo y cómodo, y pon tu cuerpo en una posición que te facilite la búsqueda. Ya sea en cuclillas o acostada con las piernas dobladas. Usa tus dedos para buscar el condón y, cuando lo sientas, retíralo suavemente.
En caso de que no lo logres en el primer intento, por ningún motivo intentes sacarlo usando objetos, porque eso puede traer más problemas. Si no puedes retirarlo tú sola, lo mejor es acudir al médico. Aunque puede dar pena, este es un procedimiento rápido y sencillo.
Cuando todo esté bajo control, revisa que el condón esté completo. Esto es súper importante para asegurarte de que no quedó nada dentro. Si el condón se salió durante la eyaculación, podrías considerar tomar una pastilla de emergencia para evitar un embarazo. Y, si tienes dudas sobre infecciones, hacerte pruebas nunca está de más.
Para evitar que algo así vuelva a ocurrir, hay algunas cosas que puedes hacer, como elegir condones de la talla adecuada, usa lubricante si sientes que la fricción es mucha, y asegúrate de retirarlo mientras el pene sigue erecto. También verifica que el condón esté bien colocado desde el principio.
Al final del día, que se te atore el condón puede ser incómodo, pero no es una tragedia. Saber cómo actuar hace toda la diferencia. Y recuerda, una buena comunicación con tu pareja puede ayudar a evitar este tipo de situaciones.
