Para empezar, vamos a aclarar algo, es súper normal que en una relación no siempre coincidan los niveles de deseo sexual. A veces una de las dos personas quiere más o menos, y aunque puede ser incómodo, no significa que algo esté mal. Si esto te pasa, lo importante es manejarlo de forma tranquila y abierta. Aquí te dejamos algunos consejos que te pueden servir:
Hablen sin pena
Primero lo primero, platiquen sobre lo que sienten. Hablar claro sobre lo que necesitan o esperan en la relación íntima puede marcar la diferencia. Sin juzgar ni criticar, solo escuchar y tratar de entender por qué las cosas están como están. A veces es cuestión de estrés, cansancio, o simplemente estar en “sintonías” diferentes, y eso se puede trabajar.
El estrés es enemigo del romance
No hay nada que mate más el deseo que el estrés o la fatiga. Si eso es lo que está pasando, busquen formas de relajarse juntos. Tal vez una noche tranquila en casa, sin pantallas, o incluso una mini escapada de fin de semana podría ayudar.
La intimidad no siempre tiene que ser sexo
Hay tantas maneras de conectarse más allá de lo físico. A veces un abrazo largo, un beso inesperado o hasta cocinar juntos puede hacer que se sientan más cerca. Esto puede reavivar la chispa poco a poco sin presiones.
Respeto ante todo
Es súper importante que ambos respeten lo que el otro necesita. Forzar o presionar nunca está bien y puede generar resentimientos. Mejor verlo como algo en equipo, construir una conexión más fuerte toma su tiempo, pero vale totalmente la pena.
Si necesitan ayuda, no está mal pedirla
A veces hablar con un terapeuta de pareja puede ser una excelente idea. Ellos pueden darles herramientas para entenderse mejor y manejar esas diferencias de una manera sana.
La masturbación es válida
Si los tiempos no coinciden o tienen necesidades diferentes, explorar por separado (masturbación) es completamente válido y saludable. Esto no reemplaza la intimidad en pareja, pero puede ayudar a mantener el balance sin que nadie se sienta frustrado o presionado.
Encuentren su momento ideal
Tal vez tu prefieres las mañanas y él la noche, o los fines de semana son mejores que entre semana. Pueden probar horarios o situaciones en las que ambos se sientan más cómodos. Es cuestión de probar y error hasta encontrar lo que funcione para ambos.
Reavivan el deseo juntos
A veces, recordar cómo eran las cosas al principio de la relación puede ser el empujón que necesitan. Salgan a una cita como antes, hagan algo nuevo o espontáneo y dejen que la curiosidad vuelva a ser parte de su dinámica.
Recuerda que el sexo es parte importante de una relación, pero no lo es todo. Lo más importante siempre debe ser que se sientan amadas, respetadas y comprendidas. Así que hablen, exploren y disfruten sin tener que sacrificarse a ustedes mismas.