Si alguna vez has escuchado de esta regla o acabas de ver la nueva serie de Netflix Adolescence y te has preguntado si esto es real. Aquí explicamos de qué va y por qué muchos hombres la han tomado como una sentencia para su vida amorosa.
Como tal, la “regla del 80/20" se basa en la idea de que, en el mundo del amor y la atracción, el 80% de las mujeres se sienten atraídas solo por el 20% de los hombres.
Esta regla está inspirada en el Principio de Pareto, una teoría económica que dice que el 80% de los resultados provienen del 20% de las causas. Aunque originalmente no tiene nada que ver con las relaciones, algunos lo han aplicado al mundo de las citas para explicar por qué algunos hombres parecen tener más éxito que otros.
La idea es que la mayoría de las mujeres buscan ciertas características (atractivo físico, estatus, confianza, seguridad emocional, sentido del humor), y solo un pequeño porcentaje de hombres cumple realmente con estos estándares.
Esto haría que la competencia por ese 20% sea demandante, dejando al otro 80% con menos oportunidades. Haciendo que algunos hombres se enfoquen en engañar a las mujeres para que crean que ellos cumplen con estas características cuando la realidad puede ser completamente diferente.
Ahora bien, en cuanto a la veracidad de esta regla, no hay estudios científicos que respalden la idea de que el 80% de las mujeres solo eligen al 20% de los hombres, pero sí hay investigaciones que encontraron tendencias similares.
- Un estudio de la Universidad de Oxford encontró que en las aplicaciones de citas, las mujeres suelen ser más selectivas y deslizan “me gusta” a un porcentaje menor de perfiles en comparación con los hombres.
- Según datos de OkCupid, las mujeres califican a la mayoría de los hombres como “por debajo del promedio”, mientras que los hombres suelen evaluar a las mujeres de manera más equilibrada.
- En Tinder, un estudio de 2020 mostró que el 78% de los matches se concentraban en el 20% de los hombres con perfiles más atractivos.
El problema con la regla del 80/20 es que puede crear expectativas poco realistas y crear una visión pesimista del amor. Es por eso que es mejor tener presente que el amor y las relaciones dependen de cada uno y no se basan en lo que digan los números y estadísticas.