Cuando se trata de placer sexual, hay muchas ideas alrededor del tamaño, la forma y hasta el tipo de pene. Pero uno de los debates que ha tomado más relevancia en los últimos años es sobre los penes de sangre y los penes de carne. En especial cuando se trata de determinar cuál proporciona más placer que el otro.
Pero antes de definir cuál es mejor, hay que entender cuál es la diferencia entre ellos.
En el caso del pene de sangre, este es aquel que, en estado flácido, parece pequeño o promedio, pero que aumenta significativamente de tamaño cuando se tiene una erección.
En cambio, el pene de carne es más grande o grueso en estado de reposo y no cambia tanto de tamaño cuando está erecto.
Ahora bien, ¿cuál es mejor? La realidad es que el tipo de pene no es lo único que define el nivel de placer que se siente al tener un encuentro íntimo. Según la International Society for Sexual Medicine (ISSM), el placer femenino depende más de la conexión emocional, la comunicación y las técnicas de estimulación que de características físicas como el tipo de pene.
Al final del día todo depende de la percepción, tu relación en pareja y lo que funciona más para ti. Aunque no hay pruebas contundentes de que un pene de sangre o de carne brinda más placer, algunas mujeres pueden sentir diferencias en la sensación debido al grosor o longitud durante la penetración.
