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Creo que cambiar de celular se podría parecer mucho a cambiar tu vibrador. Cada año sale un nuevo modelo que ya hizo ver al que tengo (dos generaciones atrás) como una reliquia. “¿A poco solo vibra?” :( Al igual que sucede con los móviles -a menos que estés casadísima con el de la manzanita-, puedes perderte entre tantas opciones, por ello decidí probar tres vibradores top que destacaron en mi más reciente visita a la sex shop. En caso de que a ti también te hayan coqueteado, permíteme despejar tus dudas… o convencerte de que tal vez sean lo que ya te toca. ;)

¿Doble diversión?

El Double Penetrator de la colección The Naturals de Doc Johnson fue el primero que llamó mi atención. Vamos, ¿quién puede resistirse a un 2x1? Además, hay veces en las que quieres un dildo lo más real posible. Parte de su encanto es que me puso nerviosa. El sexo anal es nada del otro mundo, el punto es que el panorama cambia cuando se da como doble penetración. Saber que eventualmente vas a tener dos penes dentro de ti (sin importar que el que vaya a entrar por la back door esté delgado -gracias por la consideración-) es una razón válida para temblar.

Por si fuera poco, se convirtió en todo un reto. ¿Quién se iba a imaginar que se necesitarían varios intentos para introducir ambos al mismo tiempo con éxito? Me sentí la más torpe. El dildo principal fue fácil de manipular, el rejego era su partner. Ni conté cuántas veces tuve que empujarlo a que pasara. Parecía tímido porque, ya que medio agarraba confianza dentro, se resbalaba hacia fuera (y no, no fue por culpa del lubricante). El “flaquito” se burlaba de mí y me hacía sentir que todavía no estaba lista para pasar del nivel intermedio al avanzado.

Yo no sé ustedes, pero tampoco puedes dejarle toda la chamba a tu vibrador; te tienes que mover cadenciosamente para potenciar el momento. ¿Cómo entonces podía hacerlo si el flaquito no cooperaba quedándose en su lugar? Tuve que estar quieta (porque si no se salía) y conformarme con el sistema de vibración, el cual es bastante básico. Cuenta con tres velocidades y créeme que vas a querer ponerle el máximo desde un principio. Lo que definitivamente más me gustó fue la sensación real y el grosor. Mi veredicto: Si no eres muy fan del sexo anal no vale la pena.

Double Penetrator The Naturals

El clásico mejorado

Por supuesto sabes que me refiero al conejito; ese que le cambió la vida a Charlotte York en Sex and The City. Pues goza de tanta popularidad que hoy lo encuentras en mil versiones. En pocas palabras, existe un Jack Rabbit para principiantes, intermedios, avanzados… y pro. Si el intermedio impone, imagínate los otros dos superiores. Así que el seleccionado fue el Thrusting Jack Rabbit Advanced en rosa (porque so cute), aunque por supuesto que pensé: “Eso no me va a entrar”. Glup.

El buen Jack sí entró y bien, además de ser todo un estuche de monerías. ¡Por algo continúa siendo el favorito! Parece que jamás te aburrirás con él por las variadas funciones que ofrece. En cuanto a vibración y pulsación lo hace muy bien. Lo que se lleva una merecida ovación de pie son sus famosas perlas giratorias y las orejitas que estimulan el clítoris al ritmo que desees, estas sin duda son sus cartas ganadoras. Me decepcionó un poco en sus escaladas y velocidades de empuje, ¡se queda corto! Si existiera el “síndrome de la cabeza perezosa”, este conejito lo tendría (sorry, Jack).

Thrusting Jack Rabbit Pink - Advanced

¿Qué más podría mejorar? Despedirse de las pilas AA porque en esta era lo más práctico es sin duda que se cargue con un cable USB. También cambiar el material del que está hecho (plástico ABS); prefiero mil veces la silicona de grado médico. Por último, que incluya bolsita (o bolsota, porque es e-nor-me). Eso me pasa por haber escogido el “clásico” en lugar de pedir el Wow Rabbit-licious que cumple con todo lo anterior, o mejor aún, el Wow Rabbit-tastic que tiene una cabeza que sube, baja y empuja con ganas. Nada floja, pues.

Rabbit-licious

https://www.instagram.com/p/B0REsNDjYZk/

Rabbit-tastic

La última sensación

Ojo aquí porque el tercer objeto de estudio no se trata de un vibrador sino de un impulsor y se llama Driller. Nombre sexy, ¿verdad? Mr. Driller cayó como del cielo para llenar un hueco importante que otros vibradores tienen, el del empuje. Entra, vibra, poco a poco comienza a avanzar hacia adelante y atrás, de forma suave hasta que se transforma en una fiesta imparable gracias a sus siete intensidades. Me gustó mucho porque es una cercana simulación al ritmo que se maneja cuando tienes relaciones. Todo comienza despacio, tierno, y luego ya con los motores encendidos quieres que llegue hasta lo más profundo pero entrando y saliendo.

Sus dimensiones son ideales, o sea, amigables. Cuando un vibrador es HUGE lleva mucho que perder, pues aunque bien decimos que “el tamaño sí importa”, no debe de intimidar o provocar terror. Con esa frase en realidad nos referimos a que no debe ser XS o S, tampoco XXXL, simplemente big enough, y repito, mucho, mucho, mucho más ancho que un lápiz, agreed? De regreso al Driller, no pienso entrar en tantos detalles sobre lo que sentí o cuánto gemí, así que solo compartiré que pude haberme quedado ahí tendida en mi cama por horas… pero tenía que escribir todo esto. ;)

Driller